Inauguramos el mes de la calabaza por excelencia y a mí, personalmente, es cuando más me apetece probar el pastel de zanahoria. Creo que es por las especias que lleva, que son prácticamente las mismas que lleva el de calabaza.
Pues bien, ¿qué me decís si a la elaboración clásica del carrot cake le agregamos nocilla? Sí, tal y como suena. La incorporamos a la masa del bizcocho y además la utilizamos de cobertura. Y le damos un toque crujiente con avellanas que tostaremos nosotros mismos en el horno... ¿A que apetece darle un bocado?
Pasemos a cocina!!!
Ingredientes: (Molde rectangular o circular de 20 cm.)
Para el bizcocho:
- 2 zanahorias medianas (125 grs.)
- 2 huevos
- 125 ml. aceite de girasol
- 170 grs. de azúcar panela
- 180 grs. de harina
- 1 cdta. de levadura química
- 1 cdta. de canela
- 1/2 cdta. de clavo molido
- 1 pizca de nuez moscada
- 40 gramos de avellanas tostadas
- 1 bote de 190 grs. de nocilla clásica
Preparación: En primer lugar rallamos la zanahoria, trituramos junto al azúcar, los huevos y el aceite. Por otro lado, tamizamos la harina con la levadura y las especias.
Vertemos la mezcla de la zanahoria en nuestra batidora o robot de cocina y vamos agregando la harina especiada poco a poco.
Precalentamos el horno a 180 grados. Engrasamos nuestro molde y le añadimos también un poco de harina y luego desecharemos la que no se quede pegada en las paredes.
Vertemos la masa en el molde. Templamos un poco la nocilla al baño maría o vertemos en un recipiente y le damos un golpe de microondas (10-15 segundos) para que sea más fácil de manejar. La vertemos con ayuda de una cuchara e iremos haciendo espirales o en forma de 8 para que se mezcle bien con toda la masa. Reservamos un poquito para la decoración final.
Horneamos unos 50 minutos. Comprobamos hasta que el palillo salga limpio. Dejamos enfriar.
Desmoldamos. Para la decoración le añadimos la nocilla restante en forma de hilo con ayuda de una cuchara y le agregamos unas avellanas. Yo las tenía enteras, naturales y las tuve en el horno unos 10 minutos a 150 grados. Dejamos enfriar. Las troceé y voilà! Es de mis frutos secos favoritos sin duda. Podría comerlas a todas horas...
Espero que os haya gustado la receta. Es una combinación perfecta y sienta de maravilla con el café en estas tardes de otoño. Os animáis?
Vuelvo pronto con más recetitas!! Un saludo muy dulce.
Maribel García