Aún nos queda para el otoño. He de reconocer que somos más de mantita y chocolate caliente pero mientras eso sucede, lo esperamos con una receta como ésta que, además de apetecer durante todo el año, sí que es más sencillo prepararla con temperaturas más bajas y no con el calor sofocante que hemos tenido las últimas semanas.
Ha sido cambiar de mes y bajar un poco las temperaturas, pasar a cielos más nublados...no sé si será casualidad o no, pero lo cierto es que una pausa apetece. Me recuerda a mi tiempo en Reino Unido. Esta tarta la probé por vez primera estando por allá y no se me olvidará nunca. Al principio era un poco reacia pero cuando la probé se convirtió en toda una tentación. Comentar que la zanahoria la trituro porque así todos están encantados con la textura (a mí me encanta con la zanahoria rallada) y así consigo que todo el mundo disfrute de una tarta de origen americano que podemos hacer en cualquier momento en nuestra casa. Y las especias, qué os puedo decir, que adoro la combinación de lleva, me recuerda a la de calabaza y me encanta aún más. Estoy segura que os encantará. Pasemos a la receta!
Ingredientes: (molde de 20 cm.)
Para el bizcocho:
- 2 zanahorias medianas (125 grs.)
- 2 huevos
- 125 ml. aceite de girasol
- 170 grs. de azúcar
- 150 grs. de harina
- 1 cdta. de levadura química
- 1 cdta. de canela
- 1/2 cdta. de clavo molido
- 1 pizca de nuez moscada
- 40 gramos de nueces de pecan y otras para decorar al gusto
Para el glaseado de queso (relleno y cobertura)
- 300 grs. queso cremoso de untar
- 200 grs. de azúcar glass
- 50 grs. de mantequilla punto pomada
- 1 cdta. vainilla en pasta o extracto
Preparación: En primer lugar rallamos la zanahoria, trituramos junto al azúcar, los huevos y el aceite. Por otro lado, tamizamos la harina con la levadura y las especias.
Vertemos la mezcla de la zanahoria en nuestra batidora o robot de cocina y vamos agregando la harina especiada poco a poco.
Una vez todo integrado añadimos las nueces troceadas, las mezclamos con una espátula.
Precalentamos el horno a 180 grados. Engrasamos nuestro molde y ponemos papel en la base del molde desmontable. Horneamos unos 40 minutos. Dejamos templar.
Mientras, podemos preparar nuestro glaseado. Para ello vertemos en nuestra batidora el queso, luego añadimos la mantequilla y la vainilla y, por último, el azúcar glass tamizado. Reservamos en la nevera.
Para el montaje de la tarta dividimos nuestro bizcocho en tres capas. Añadimos glaseado y luego cubrimos el pastel o bien sólo la tapa y lo hacemos tipo nude cake. A vuestro gusto. Decoramos con nueces de pecan enteras o troceadas.
Espero que os haya gustado la tarta. Os aseguro que puede durar poco en casa. Aquí suele volar jeje. Es ideal para cualquier momento y es un clásico que nunca falla.
Si no os gusta tan especiada, añadidle sólo la cucharadita de canela. Os animo a hacerla y que me comentéis los resultados. Vuelvo pronto con más recetitas.
Un saludo muy dulce!
Maribel García
Fuente: este post proviene de Fresas con Chocolate, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
