El pastel vasco o Euskal pastela es un postre típico del País Vasco, aunque concretamente procede del País Vasco-Francés. Allí es conocido como Gâteau Basque. Originariamente se hacia sólo con harinas, después se empezó a rellenar de frutas y más tarde se pasó a rellenar con crema. Cuando hablamos de frutas hablamos de cerezas o mermelada de cereza. Ahora nos encontramos con diferentes versiones, solo cerezas, solo crema, ambas, con almendra y/o licor en la masa, sin ellos…Yo os traigo mi preferido, el pastel vasco relleno de crema y mermelada de cerezas. Es jugoso por dentro y crujiente por fuera, todo una delicia que no podéis dejar de probar.
Es una receta un poco laboriosa, primero, por que hay que elaborar 3 elementos, y segundo, porque uno de ellos, la masa quebrada, os puede dar algún que otro dolor de cabeza… Por lo tanto os recomiendo hacer la crema pastelera y la mermelada de cerezas el día anterior y dejar la masa quebrada para el día en cuestión.
Sin más explicaciones, vayamos a por la receta!!!
Pastel vasco
? Preparación: 3 h
? Raciones: 8 individuales o 1 grande
? Dificultad: media-alta
Ingredientes
Para la masa quebrada
250 gr harina
50 gr almendra molida
150 mantequilla
150 azúcar
1 huevo
2 cucharadas de licor (ron en mi caso)
1 pizca de sal
Para la crema pastelera
500 ml leche entera
4 yemas de huevo
100 gr azúcar
50 gr maicena
1 cucharadita extracto de vainilla
Para la mermelada de cerezas
400 gr cerezas
200 gr azúcar
zumo de 1/2 limón
Receta
Como os comentaba antes lo ideal es hacer esta receta en dos partes, para que no se nos haga muy larga. El día anterior al que vayamos a hacer el pastel haremos la crema pastelera y la mermelada de cerezas. Es importante que estén bien frías a la hora del montaje, así que, de esta forma, nos ahorramos tener que esperar. La mermelada también la podemos comprar ya hecha si lo preferimos, así nos quitaremos algo de trabajo.
Como la crema pastelera ya la hemos hecho en varias ocasiones he puesto el enlace arriba, por si es la “primera vez” de alguno.
Para hacer la mermelada de cerezas primero las deshuesaremos. En un cazo añadimos las cerezas, el zumo de limón y el azúcar. Ponemos a fuego medio-alto durante durante los primeros 10′. Después bajamos el fuego y dejamos cociendo durante 1h aproximadamente, removeremos de vez en cuando y aplastaremos las cerezas con un tenedor para ayudar a que se deshagan. Una vez lista, dejamos templar y, en cuanto se pueda, a la nevera para que se enfríe del todo.
Ya tenemos el relleno preparado y enfriando.
Nos ponemos entonces con la masa quebrada. En un recipiente ponemos la harina, el azúcar, la almendra y la sal. Mezclamos todo bien. Ahora sacamos la mantequilla de la nevera y la cortamos en cubitos. La añadimos a la harina y con las manos empezamos a integrarla, no hay que conseguir una mezcla homogénea, tiene que quedar como una arena gruesa con trocitos de mantequilla. Por otro lado batimos el huevo y mezclamos con el licor. Añadimos esta mezcla a la anterior y terminamos de mezclar todo. Una vez lista hacemos 2 porciones, una será 1/3 de la masa y la otra los 2/3 restantes. Guardamos en film de cocina en la nevera durante 1 hora. Podemos acelerar el proceso metiéndola en el congelador.
Pasado ese tiempo preparamos la masa. Sacamos de la nevera la porción mayor, la de 2/3, y la ponemos sobre papel vegetal, la cubrimos de nuevo con papel vegetal y empezamos a estirar la masa. Esta porción será la base del pastel. Una vez tenga el tamaño deseado la volvemos a meter en la nevera unos 20′, o hasta que veamos que está durita. Hacemos lo mismo con la porción menor, que nos servirá para cubrir el pastel.
Montaje del pastel. En esta ocasión hice 8 pasteles individuales. Podéis hacerlo así o bien hacer uno grande, eso como prefiráis, aunque si es vuestra primera masa quebrada os aconsejo hacer un único pastel, porque manipularemos menos la masa. Sacamos la masa de la nevera, la grande. Le quitamos el papel vegetal, la ponemos sobre el molde, y la vamos adaptando a él. Si lo que queremos es forrar moldes pequeños cortaremos círculos de un tamaño superior al diámetro del molde y los iremos adaptando. Si vemos que la masa se vuelve pegajosa y poco manejable la volvemos a meter en la nevera. Si mientras la ponemos se nos rompe no pasa nada, con los dedos vamos tapando las grietas. Ahora toca rellenar. Ponemos la crema, generosamente, después añadimos la mermelada.
Nos queda poner las tapas así que procedemos igual que con la base. Como ya está estirada y bien fría la ponemos sobre el molde, o moldes, (en cuyo caso tendríamos que hacer los cortes circulares) y sellamos por los bordes con los dedos. Volvemos a meter en la nevera nuestro pastel o pasteles durante unos 15′ minutos. Nos interesa que la masa esté fría a la hora de meter en en horno.
Mientras tanto vamos batiendo un huevo, para pincelar. Y vamos pre-calentado el horno a 180ºC.
Pues ésto se va acabando chicos!!!! Si queremos podemos hacer unas marcas en nuestra masa, con mucho cuidado de no romperla, pintamos la superficie con el huevo y metemos en el horno durante unos 30-35 o hasta que esté doradito.
Dejamos templar en los moldes y después metemos en la nevera. Una vez esté frío los podemos desmoldar. Es mejor servir a temperatura ambiente para que la crema no esté “cremosa”.
Buen provecho/ Bon apetit/ On egin!!!!
Notas:
La masa quebrada hay que trabajarla rápidamente porque si la mantequilla se funde nos será imposible manipularla. Para evitar ésto estaremos metiendo la masa en la nevera constantemente.
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