En ningún momento del año podemos descuidar la alimentación de nuestros hijos, pero en verano que tenemos más tiempo para estar con ellos y podemos dedicarle más tiempo a las comidas juntos, es muy buena época para ir introduciendo nuevos alimentos o sabores a los que no le tengan mucho agrado. El calabacín no suele resultar muy atractivo para la mayoría de los niños, pero se me ocurre que presentándolo en forma de pastelitos con formas divertidas pueden llegar a tomarlo sin ponerle ningún pero.
Y eso es en lo primero que pensé en la demostración de Córdoba para Silikomart,, en usar este molde tan divertido para hacerle la vida más fácil a los padres con niños a los que no les gustan las verduras. Los pastelitos han resultado deliciosos, además de vistosos y divertidos. No se puede pedir más.
INGREDIENTES:
1 Calabacín
Media cebolla
2 huevos
2 rebanadas de pan de molde sin corteza
2 cucharadas de queso parmesano o similar
Medio yogur natural
Sal
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Lavamos bien el calabacín y lo cortamos en rodajas finas. Lo mismo hacemos con la cebolla que cortaremos en juliana. Ponemos en una sartén a sofreír ambos con unas cucharadas de aceite de oliva. Cuando se hayan rehogado, escurrimos el exceso de agua que haya podido soltar el calabacín y dejamos que pierda temperatura.
Ponemos entonces en el vaso de la batidora, ya sea de brazo, de vaso o tipo Thermomix y añadimos el resto de ingredientes. Trituramos todo bien. Engrasamos un poco los huecos del molde, ya sea con un poco de aceite o con spray delmoldante y rellenamos los huecos con la mezcla. Horneamos durante unos 30 minutos a 180º.
Sacamos del horno y desmoldamos pasados unos minutos. Son ideales para acompañar con un pescado o carne a la plancha, y una muy buena opción para un almuerzo infantil....aunque claro está que a los mayores también nos van a encantar estos pastelitos.
Con ellos os dejo esperando que paséis un feliz martes.
Lidia.