Si queréis un aperitivo o una guarnición distinta a lo habitual, probad estas patatas.
Tienen cierta elaboración, nada complicado, pero el resultado merece la pena.
Reconozco que empecé a comerlas y no podía parar..¡que buenas!
Así que cuando las hagáis, aseguraros que hay mas gente en casa para compartir porque si no vuestra figura peligrará jajaja.
INGREDIENTES:
3 o 4 patatas
50 gr de queso parmesano
1 diente de ajo
1 o 2 claras de huevo (dependerá de la cantidad de patatas que hagamos)
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta
1 cucharadita de tomillo seco
PREPARACIÓN:
Primero vamos a lavar y secar las patatas. Las pinchamos con un cuchillo por varios sitios y las cocemos en el microondas unos 7 u 8 minutos.
Al acabar, con cuidado que quema mucho, quitamos la piel. Las cortamos a gajos largos y reservamos.
Batimos con la batidora de varillas las claras, no a punto de nieve, pero si que se blanquee.
Rallamos el queso y lo mezclamos con las claras, la sal y la pimienta. Añadimos un diente de ajo bien machacado. Pasamos los gajos de patata por esta mezcla y le espolvoreamos tomillo seco.
Las ponemos en una fuente de horno, que habremos precalentado a 180º.
Horneamos hasta que las veamos doradas, unos diez minutos. Servimos con salsa a nuestro gusto, yo las serví con una mayonesa de tomillo, que no es más que una mayonesa hecha a nuestra manera de siempre a la que hemos añadido una cucharada colmada de tomillo seco.
Lavamos bien las patatas y las cocemos en el micro. Las pelamos y cortamos. Dejamos que se enfríen un poco.
Ponemos una o dos claras en un bol y las semi montamos con unas varillas eléctricas.
Mezclamos las claras con el queso, el ajo, sal y pimienta.
Pasamos los gajos de patata por la mezcla anterior y espolvoreamos tomillo seco. Al horno hasta que estén doradas, pues ya están cocidas.
Y prepararos para un aperitivo de lujo.
Acompañarlas con vuestra salsa favorita, ya veréis como no podéis dejar de comerlas.