El otro día, ojeando el libro “Jerusalén, Crisol de las cocinas del mundo”, me encontré con una curiosa receta de peras pochadas en vino blanco con azafrán y cardamomo, y me llamó mucho la atención, porque las peras al vino son un postre tradicional de España, una receta de aprovechamiento para dar salida a esas medias botellas de vino que sobran a veces… Así que me sorprendió ver esta receta en un libro de cocina de oriente medio.
La receta es muy similar a la que hacemos en España, pero aromatizada con especias más apropiadas para el vino blanco. En lugar de canela y anís, lleva azafrán y cardamomo.
La elaboración es muy sencilla: pelar las peras y hervirlas en una mezcla de vino, azúcar y especias hasta que estén tiernas. El resultado es un postre muy dulce, con un aroma delicado, más floral y afrutado que las que conocemos aquí; y con un color amarillo intenso muy bonito debido al azafrán.
Peras al vino blanco con azafrán y cardamomo
Servings: 4 raciones
Time: 30 ó 40 min.
Difficulty: fácil
Ingredientes:
4 peras firmes
500 ml. de vino blanco
100 ml. de agua
1 cucharada de zumo de limón
150 gr. de azúcar glas
8 vainas de cardamomo
Una pizca de hebras de azafrán
Cómo hacer peras al vino blanco con azafrán y cardamomo:
Colocamos el vino, el agua y el zumo de limón en una cacerola mediana y añadimos el azúcar glas, las vainas de cardamomo ligeramente majadas y el azafrán. Llevamos a ebullición a fuego lento.
Cuando empiece a hervir, colocamos dentro las cuatro peras peladas y tapamos la cacerola dejando un poco abierta la tapa para que no se cierre del todo y pueda salir vapor.
Dejamos hervir a fuego lento unos 30 minutos dándoles la vuelta de vez en cuando para que queden bien cocidas.
Para comprobar si están hechas, les clavamos un cuchillo y debe entrar con facilidad.
Al final quitamos la tapa y subimos el fuego durante cinco minutos para que el líquido reduzca y quede un almíbar más espeso.
Degustación:
Servimos las peras al vino blanco en cuatro cuencos regadas con el líquido en el que las hemos cocido. Se pueden comer frías o a temperatura ambiente, están deliciosas de cualquier manera, y si queremos podemos acompañarlas de un poco de nata (crema de leche) fresca.