Hace unos meses publicamos en el blog la receta del pesto genovés y hoy hemos hemos preparado una variante de esta salsa, el pesto rojo, que debe su nombre a su color y su color a que su ingrediente principal son los tomates secos. Estos tomates son muy populares en la cocina mediterránea y en Italia, por ejemplo, los podemos encontrar en diferentes preparaciones como en conserva con aceite de oliva. En España, en cambio, no son tan populares aunque de un tiempo a esta parte los podemos ver en algunos supermercados y fruterías. Si no os habéis lanzado aún a probarlos yo os los recomiendo totalmente ya que son una exquisitez.
A lo que iba, el pesto rojo es una salsa de sabor potente que queda bien con cualquier pasta y, como su hermano verde, es muy fácil de preparar así que no hay excusa para introducirla en vuestro recetario.
¿Qué necesito?
120 gr de tomates secos en aceite de oliva
25 gr de piñones
10 gr de albahaca fresca
1 diente de ajo grande
25 gr de parmiggiano rallado
200 ml de aceite de oliva virgen
Sal
Pimienta
¿Cómo lo hago?
Si tenéis la suerte de encontrar los tomates secos ya en conserva con aceite de oliva, perfecto. Si no es el caso, que no cunda el pánico, los compráis secos y ahora vamos a ver como hidratarlos y ponerlos en conserva.
Necesitamos una olla con agua, la ponemos al fuego y cuando hierva, echamos los tomates y los dejamos cocer durante unos 5 minutos. Pasado este tiempo los escurrimos y secamos muy bien. Cuando estén secos y fríos, los ponemos en un bote y los cubrimos con aceite de oliva.
Para consumirlos tenemos que dejarlos macerar en el aceite al menos unos 15 minutos (aguantan en perfectas condiciones unas dos semanas en la nevera).
Ya tenemos los tomates listos, ahora vamos a preparar la salsa.
Picamos los tomates, la albahaca y el diente de ajo. Ponemos en el vaso de la batidora todos los ingredientes y batimos, mucho o poco, depende de como queramos la salsa. En caso de que sea necesario regulamos la sal y listo.
Recordad que el pesto se conserva bien en la nevera durante una semana. Si no lo vais a consumir o habéis hecho mucha cantidad, lo podéis congelar sin ningún problema.