En esta ocasión os proponemos una experiencia gastronómica por la Emilia-Romagna, una de las regiones más ricas (y no solo económicamente hablando) del país transalpino, con unos quesos geniales (el parmeggiano, el grana-padano, etc.), un vino espumoso que nos chifla (el lambrusco) y una combinación de sabores en sus platos que nos apasiona.
Uno de los platos rápidos de la región, las piadinas, son un claro ejemplo de la combinación de sabores y aromas que os hemos contado. Las piadinas tienen un origen casi ancestral y son un tipo de pan humilde, sin fermentación que sirve para hacer unos rollitos/bocadillos tan populares como versátiles y sabrosos.
Las piadinas más populares, las podemos encontrar con breasola, speck, mozzarella, etc. Con todo, las que os presentamos hoy en este rincón, son tremendamente saludables (después de fiestas vienen que ni pintadas) y sabrosas. Se trata de unas “piadina romagnola de espinacas y pollo”.
Para hacer 4 piadinas de espinacas y pollo bien generosas necesitaremos los siguientes ingredientes:
4 piadinas (si no las encontráis en el súper os pasamos la receta)
1 manojo de espinacas (o unos 200 g aproximadamente)
1 bola de mozzarella
1/2 pechuga de pollo fileteada (unos 4 filetes)
20 g de piñones (u otro fruto seco)
1 diente de ajo
Aceite de oliva
4 hojas de albahaca
20 g de queso parmeggiano rallado
Lo primero que haremos será preparar el pollo. Para ello, pintaremos una sartén con aceite y la pondremos a calentar. Cuando esté caliente, cocinaremos la pechuga de pollo fileteada y salpimentada, cortándola a trozos una vez cocinada. Finalmente, la reservemos.
A continuación, preparemos un pesto, para ello picaremos bien el ajo, los piñones y las hojas de albahaca. Lo pondremos todo en el vaso de la picadora, le añadiremos unos 100 ml de aceite de oliva y picaremos bien. Cuando lo tengamos, añadiremos el queso rallado, mezclaremos y reservaremos.
Con todo preparado, llega el momento de limpiar bien las hojas de espinacas, quitándoles tanto la tierra que puedan tener como los tallos más gordos. Finalmente, cortaremos las hojas a tiras más pequeñas.
Para montar, calentaremos las piadinas según indique el fabricante (o las haréis caseras) y procederemos a montar el plato. Para ello esparciremos un cuarto de las espinacas sobre la piadina, un cuarto de las tiras de pozo, un cuarto de la bola de mozzarella y aliñaremos con el pesto que tenemos reservado, tal que así:
Relleno de una piadina romagnola de espinacas y pollo
Una vez hecho, enrollaremos la piadina dejando en su interior todos los ingredientes. Cuando esté enrollado, si lo que preparáis es un pica-pica a modo de entrante, cortaréis las piadianas a rodajas pinchándolas con un palo (por ejemplo) y las pondréis en una fuente, si por el contrario lo que preparáis es una deliciosa y sana cena, pondréis las piadinas al plato como nosotros:
Piadinas romagnola de espinacas y pollo, delicioso manjar
¡Buen provecho!