Hace mucho tiempo que tenía ganas de preparar esta tarta y si os soy sincera, he estado mirando infinidad de recetas de tartas de arándanos. Las hay de diferentes formas y entre todas y a mi manera, elaboré la que os redacto a continuación.
He preferido hacer una “pasta frolla” con aceite en vez de mantequilla para aligirarla un poco y decidí también añadir a los arándanos (que en este caso utilicé congelados) un poco de maicena para espesar el relleno . Fue un acierto total, de no haberlo puesto saldría muy líquido y hubiera fastidiado la tarta.
Me ha encantado jaja !!
Ingredientes:
Para la masa:
2 huevos
100 gramos de azúcar
80 ml de aceite (girasol )
340 gramos de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
1/2 cucharadita de canela (opcional)
Para el relleno de arándanos:
300 gramos de arándanos congelados
50 gramos de azúcar morena
15 gramos de maicena
Zumo de medio limón
Empezamos por preparar “pasta frolla”:
En un bol mezclamos los 2 huevos enteros junto al azúcar y a continuación vertemos el aceite y removemos hasta integrar. No hace falta batir mucho sino solo integrar estos ingredientes.
Añadimos los ingredientes secos: harina, levadura en polvo y canela (opcional). Me gusta muchísimo la canela y le va muy bien al relleno de arándanos. Incluso podéis añadir también una pizca de clavo si os gusta.
Mezclamos bien hasta formar una bola sin amasar en demasía y reservamos a la nevera.
Para preparar el relleno:
Utilicé arándanos congelados que se encuentran facilmente casi en cualquier supermercado y simepre podemos tenerlos en casa.
En un cazo al fuego vertemos los arándanos, el azúcar y el zumo de limón (1 entero si el limón es pequeño o medio, si es un limón grande)
Dejamos hervir unos 3-4 minutos. Vais a ver que sueltan mucho líquido. Para evitar que luego salga la tarta como muy aguada, espesamos el relleno con un poco de maicena. Yo puse unos 15 gramos y fueron suficientes. Enseguida espeso, se quedo practicamente sin líquido. Reservamos en un bol hasta su utilización.
Dividimos la masa en 2 partes. La que vayamos a utilizar para la parte de abajo, un poco más grande que la otra. Extendemos la masa y forramos nuestro molde así como un par de centímetros la pared del mismo.
Vertemos el relleno de arándanos preparado y lo cubrimos con la otra parte de masa.
Antes de ponerla encima, recorté la masa con unos recortadores de hojitas con una doble intención: de un lado dejo unos agujeros abiertos para evitar que la parte de arriba se infle en la cocción y por otra recupero las hojitas recortadas para sellar todos los bordes.
Queda muy bonito de esta forma. Si queréis dejarla entera, os recomiendo pinchar la parte superior con un tenedor.
Y por ultimo, pintamos con huevo batido para que tenga un bonito color dorado.
Horneamos a 180 grados durante unos 30-35 minutos.
Me ha encantado, ni muy dulce ni muy ácida, en su punto exacto de dulzor y acidez.
Ah!! Y con el sobrante de masa aproveché para hacer unas galletitas jaja
Muy vistosa y sobre todo buenísima.
¡Os animo a prepararla!
Bon appétit Mama