Esta combinación que os traigo hoy es de esas que pruebas una vez y te enamoran, y siempre que empieza la temporada de los higos me viene a la cabeza.
La primera vez que lo probé fue con queso fresco, pero esta vez no me quedaba y lo hice con queso curado. De ambas formas está buenísimo, con el queso curado se nota más el sabor del queso y con el fresco es el higo el que tiene el protagonismo, y el toque de la anchoa ya es lo más.
Es tan fácil como cortar cuadraditos de queso (fresco o curado, según apetezca) y pelar el higo y cortarlo por la mitad o en cuatro partes según sea de grande. Después con un palillo empezaremos pinchando la anchoa dobladita, el higo y por último el queso, que hará de base.
Si optáis por queso fresco, que sea de los que mantienen la textura, porque si es de burgos estará muy blando y no aguantará.
Espero que os guste y aprovechéis ahora que es temporada de esa fruta que cruda parece ya casi mermelada.
Besos dulces!