Ingredientes (para la masa):
250 gramos de harina blanca de fuerza (yo usé mitad y mitad, harina blanca de fuerza y harina integral de espelta)
1 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de levadura seca de panadero ( o media pastilla de levadura fresca)
125-145 mililitros de agua templada (yo usé 125 solamente, pero dependerá de la harina que uséis)
30 mililitros de aceite virgen extra
Para la pizza:
Mezcla de 4 quesos rallados
Bacon en tiras
Rúcula
Queso de cabra en medallones (uso el del lidl)
Salsa césar (yo usé la de calvé)
En una jarrita calentamos el agua a unos 40 grados y echamos la levadura para que se disuelva.
Por otro lado, en un bol, mezclamos la harina, la sal y el aceite. Añadimos la mezcla de agua y levadura e integramos. Amasamos durante unos minutos y dejamos reposar. Si tenéis tiempo, la dejaremos reposar unos 30-40 minutos, pero yo la he usado directamente y el resultado es muy bueno.
Precalentamos el horno a 220º C.
Extendemos la masa sobre una placa con papel de horno, la extiendo ahí directamente porque no me gusta tener que limpiar toda la encimera.
Una vez estirada, ponemos el queso rallado. Os sorprenderá que no le eche tomate a la pizza, pero con todo lo que lleva y la salsa no me parecía que pegase mucho. Por encima el bacon y el queso de cabra.
Horneamos unos 15-20 minutos. Sacamos a una rejilla, y echamos un chorrito de salsa César generoso y por encima un puñado de rúcula. Servimos y a disfrutar!!