No soy mucho de especias, en general me gusta que la comida tenga un sabor lo más natural posible y por eso cuando hago algo con curry tengo mucho cuidado en no pasarme, me gusta que el resultado sea bastante suave.
Como la mayoría de las recetas que suelo hacer, es rápida y sin demasiados ingredientes. Es mi forma de cocinar que a muchos les puede parecer simple... o tal vez es que tengo el paladar poco educado y si le pongo mogollón de ingredientes al final me sabe a todo pero a nada en concreto, no sé si me explico... admiro esos platos que parecen una fiesta de ingredientes y un emplatado que es una obra de arte, pero yo voy a lo seguro, a lo que me sale bien y sabiendo que en casa les va a gustar.
Esta receta de pollo con piña es como me gusta, suavecita, pero si te gusta mucho el curry no te cortes y échale a tu gusto.
Ingredientes:
- 4 pechugas de pollo
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 4 rodajas de piña al natural
- 1 cucharadita de curry
- 250 ml. de nata (crema de leche) líquida (crema de leche)
- un chorrito de leche
- sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
1. En un wok o cazuela ancha saltemos el pollo cortado en dados con sal y pimienta negra. Cuando esté dorado lo sacamos y lo reservamos en un plato.
2. En el mismo aceite salteamos los dientes de ajo y la cebolla en pluma.
3. Cuando la cebolla esté blandita la apartamos a un lado y añadimos la piña troceada.
4. Juntamos cebolla y piña y añadimos el curry, damos unas vueltas e incorporamos la nata (crema de leche) líquida. Si ves que no es suficiente le añades un poco más de nata (crema de leche) o leche si quieres que quede un poco más líquida.
5. Volvemos a poner el pollo reservado, bajamos el fuego y lo dejamos a fuego lento como diez minutos para que coja todo el sabor de la salsa.
Yo lo he acompañado de arroz salvaje.
¡Espero que te guste!