Este mes en Cocinas del mundo nos vamos nada más y nada menos que a Madagascar. Tenía pensada otra receta con salsa de vainilla por hacer algo más original, pero lo reconozco, no me pude resistir a uno de los platos más conocidos de la gastronomía malgache, el akoho sy voanio, es decir, pollo cocinado en leche de coco. Y es que, lo reconozco, esta receta reúne varias de mis debilidades: el coco, el jengibre y los cítricos.
En la comida de Madagascar se siente la influencia de los inmigrantes que conviven en la isla, así que hay platos que recuerdan al Sureste de Asia, África, India, así como China y hasta Europa.
Este plato se sirve sobre una cama de arroz, y es que éste es el elemento principal de las comidas principales en Madagascar. En el dialecto malgache, el arroz se llama vary y lo que se sirve con el arroz (en este caso el pollo), normalmente en una salsa, se considera la guarnición y se le llama laoka. El arroz se prepara con más o menos agua según si quieren obtener un arroz "esponjoso", más suelto o gachoso.
Un dato que me resulta muy curioso como lingüista es que un equivalente popular del verbo "comer" en malgache es "mihinam-bary", lo cual se traduce por "comer arroz". Deja claro lo importante que es el arroz en esta gastronomía. Por cierto, no lo he probado, pero hace unos días leí que se ha descubierto una manera de reducir a la mitad las calorías del arroz, lo podéis leer aquí.
Le he dado a la receta un par de toques a mi gusto; por ejemplo he cambiado el limón por la lima, que es más dulzona, y le he añadido guindilla fresca además de pimienta de cayena. También he añadido una pizca de cúrcuma, que no afecta al sabor, pero le da un color genial. Para 2 personas:
500 g de pechuga de pollo
El zumo de 1/2-1 lima o 1/2 limón
1 cucharadita de ralladura de lima o limón
1 cebolla mediana
350 g tomate maduros (yo uso tomate de pera o rizado)
2 dientes de ajo
2 cucharaditas de jengibre fresco picadito
250 ml de leche de coco sin azúcar añadida
Pimienta de cayena
1/4 cucharadita de cúrcuma
Sal y pimienta
Aceite vegetal
100 g de arroz
Opcional: 1 pimiento kapia cortado en anillos, 1 guindilla.
La preparación:
1. Mezclamos el pollo, el zumo de lima/limón, la ralladura, sal, pimienta, cayena y la guindilla en tiras y marinamos durante al menos 1 hora.
2. Pochamos la cebolla y el ajo picados en un poco de aceite y añadimos el pollo en dados. Cocinamos hasta que el pollo esté casi cocinado.
3. Bajamos el fuego, añadimos los tomates troceados, la guindilla y el jengibre picado y la cúrcuma. Removemos unos minutos.
4. Entonces añadimos la leche de coco y lo dejamos cocer a fuego lento hasta que la salsa espese y el pollo esté hecho del todo, unos 30 minutos. A media cocción chafamos con un tenedor los trozos de tomate que veamos. Si la salsa está más líquida de lo que nos gustaría hacia el final, subimos el fuego para que se evapore más agua.
5. Servimos sobre una cama de arroz hervido.
6. Es común servir aparte condimentos para que cada comensal personalice el plato a su gusto; por ejemplo se sirve sakay, una pasta de guindilla para la que os dejo una receta aquí, pero también se sirven mango encurtido, lima, limón y otras frutas. Yo he hecho unas rodajitas de pimiento kapia a la plancha para que el plato tuviera más verduras.
¡Y ya sólo queda disfrutarlo! Pensaba que sería mucho, pero nos lo hemos comido todo todito ^^ Mi receta está inspirada en ésta, de un chico que se crió en Madagascar.¡Buen provecho!
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Bergua*