Son atractivos a la vista. Tienen formas y colores que inducen a los peques a ponerse pesados hasta que los padres, madres, abuelos o abuelas ceden y les compran aquel polo que es el no va más de la temporada estival. Una vez conseguido su propósito les ves cómo se relamen y cómo sus lenguas y labios van cambiando de color. He llegado a ver bocas azules, lenguas violeta, labios carmesí. Lo cual te lleva a la conclusión de que los polos artificiales son hielo con colorantes diversos que, aunque hayan pasado todos los controles sanitarios estipulados, buenos, lo que se dice muy buenos, no pueden ser. Nuestra propuesta de hoy es hacer un polo de leche merengada con cinco ingredientes básicos: leche, limón, azúcar, canela y nata (crema de leche) para montar. Más sano, imposible. Y encima, seguro que no mancha. Otra ventaja es que los peques os pueden ayudar en la cocina.
RECETA
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INGREDIENTES
1/2 l de leche
La piel de un limón (solo la parte amarilla)
2 palos de canela
100 g de azúcar
100 ml de nata (crema de leche) para montar
Canela en polvo
PREPARACIÓN
En una cazuela echar la leche, la piel de limón, los palos de canela, el azúcar y la nata (crema de leche).
Poner al fuego y dejar que hierva 3 o 4 minutos sin parar de remover.
Retirar del fuego y dejar enfriar.
Meter en la nevera durante unas horas.
Echar en las poleras y meter en el congelador.
Espolvorear de canela en el momento de servir.