Parece ser que durante la visita de Donald Trump al Vaticano, el papa Francisco hizo gala de su buen humor preguntando a la Primera Dama si le daba de comer potica al presidente ¿Potica? Jaja, yo conozco este postre esloveno porque en mi reciente visita a este país, tuvimos la suerte de probar una potica casera para desayunar. Es uno de los postres más tradicionales de Eslovenia que no he dudado en ponerme a elaborar cuando en el reto de Cocinas del Mundo se propuso Eslovenia (casualmente no hace ni cuatro meses que he visitado este precioso país).
Potica es el dulce esloveno tradicional de Pascua y Navidad, formado por una masa enriquecida con mantequilla y que se rellena según la imaginación de quien la esté amasando: nueces, almendras, avellanas, estragón, semillas de amapola, queso, chocolate, etc. Las posibilidades son infinitas. Se trata de una receta relativamente fácil de preparar, aunque es necesario respetar los tiempos de levado para que el resultado sea el mejor. Tradicionalmente se prepara en un molde de corona, pero podéis usar uno de plum-cake, si os hace más gracia.
La receta la he sacado de la página de internet de “Directo al paladar”
Ingredientes
Masa exterior:
· 500 gramos de Harina de fuerza
· 25 gramos de Levadura prensada fresca (un cubo)
· 2 Yemas de huevo
· 150 mililitros de Leche templada
· 60 gramos de Mantequilla
· 15 gramos de Sal
· 2 cucharaditas de Azúcar
Relleno:
· 350 gramos de Nueces
· 100 mililitros de Miel
· 30 gramos Azúcar
· 100 mililitros de Leche caliente
· 2 Huevos
· 1 cucharada de Canela molida
Preparación
Empezamos mezclando la levadura con una cucharadita de azúcar, dos de harina y 50 ml de leche templada.
Dejamos reposar unos quince minutos.
Ponemos la harina en un bol grande y hacemos un agujero en el centro en el que pondremos las yemas batidas, la levadura fermentada del paso anterior, la mantequilla derretida y la otra cucharadita de azúcar.
Añadimos la leche tibia mientras vamos mezclándolo todo. Amasamos unos quince minutos o hasta que la masa se una y se separe de las paredes del recipiente.
Colocamos la masa en un bol untado de aceite y la dejamos doblar de tamaño, en un lugar cálido y cubierta con un paño de cocina limpio.
Mientras, preparamos el relleno. Trituramos las nueces
y vertemos sobre ellas la leche caliente con el azúcar. Calentamos la miel y se la añadimos a las nueces junto a la canela. Batimos dos huevos y los agregamos también, excepto un poco cantidad que utilizaremos para pintar. Mezclamos bien todo.
Estiramos la masa hasta que quede de medio centímetro de grosor.
Sobre ella extendemos el relleno y enrollamos la masa hasta formar un rollo.
Engrasamos un molde de corona y depositamos la rosca en él.
Dejamos reposar hasta que doble su volumen. Pintamos con huevo batido y horneamos unos 40 minutos a horno precalentado a 180º.Tened cuidado con el horno porque yo me pasé y se me quedó excesivamente duro por fuera.
Esta receta de potica es ideal para servirse con un café, té o chocolate, sobre todo cuando el relleno es dulce, y puede servir tanto para un desayuno especial como para una merienda en la que queramos lucirnos ante nuestros comensales. Para que no se reseque demasiado, lo mejor es guardarla en un recipiente hermético.
Mi opinión: Es un postre muy rico pero tienes que tener cuidado con el horno. A mí se me tostó y la masa exterior se quedó un poco dura. Por lo demás, es un postre contundente, sirve a pequeños trocitos y disfrutarás de un buenísimo dulce.
Fuente: este post proviene de Aquí se cuece jugando, donde puedes consultar el contenido original.
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