Prepara una pizza en la sartén (sin necesidad de horno)
Hemos recibido el verano y con él se nos van las ganas de encender el horno, pero esto no implica que debamos renunciar a aquellos platos que más nos gustan. Así que ya sabes, prepara una pizza en la sartén (sin necesidad de horno) y no renuncies a esta delicia.No hay duda de que disfrutar de una deliciosa pizza es algo que supone un enorme placer. Además, está la ventaja de que ni siquiera hace falta comprarla ya elaborada, ya que podemos hacerla nosotros mismos usando nuestros ingredientes preferidos.
Sin embargo, puede que a veces nos eche atrás el pensar en el calor que suelta el horno y el tiempo de espera para que este se caliente. Si es tu caso, no te preocupes: te traemos un método alternativo. Para llevarlo a cabo necesitas de estas sartenes, que además te servirán para un gran número de elaboraciones.
Receta: pizza casera hecha en la sartén
Haremos la pizza desde cero, o lo que es lo mismo, haciendo nosotros mismos la base.No obstante, y como seguro que ya sabes, también puedes comprarla ya hecha (aunque podrás ajustarla mucho mejor si la haces tú) y después continuar con el resto de la receta omitiendo lo que se refiere a la elaboración de la base.
Ingredientes
Estos ingredientes son orientativos. Puedes agregar otros que te apetezca incorporar a tu pizza (te diremos en qué momento de la receta hacerlo).Cantidades para unos 6 comensales:
Para la base de la pizza:
2 tazas de harina de trigo (unos 280 gramos en total)
1/4 de cucharada de sal
1/2 taza de agua tibia
7 gramos de levadura fresca
AOVE (una cucharada sopera)
Azúcar (una cucharada sopera)
Para el relleno y la salsa de la pizza
1/4 de cebolla
400 ml de salsa de tomate
Un poco de sal de ajo
Aceite de girasol en spray
3 hojas de albahaca
400 gramos de queso mozzarella
4 tajadas de jamón de pavo
1/4 de pieza de Pimiento rojo, pimiento amarillo y pimiento naranja
Elaboración
Tiempo: unos 50 minutosPreparación de la base
Coloca la levadura, el azúcar y el agua tibia en un tazón lo suficientemente hondo como para que estos y otros ingredientes que agregaremos después entren sin problemas. Remueve todo muy bien para que todo se integre adecuadamente.Cuando consideres que todo está lo suficientemente diluido, agrega la sal y el aceite.
Vuelve a remover a conciencia para que todos los ingredientes se integren bien.
Una vez incorporado todo, echa una taza de harina.
Integra la harina con el resto de los ingredientes ayudándote de una paleta de madera o metal (si no tienes una, bastará con una cuchara).
Mientras que la harina se va integrando, tendrás que notar que se va formando una especie de masa. Cuando veas que esto pasa, agrega la otra taza de harina
Sigue integrando esta segunda taza de harina hasta que veas que el resultado es algo que ya puede ser considerado una masa de pizza que no se pega a las manos.
Forma una bolita con la masa resultante.
Toma otro tazón y esparce un poco de aceite en él.
Pon la bolita de masa de pizza sobre el aceite del tazón y echa un poco más de aceite sobre ella.
Cuando acabes, tapa el tazón con plástico autoadherible y deja que repose durante media hora más o menos.
Mientras la masa reposa, puedes aprovechar para ir haciendo la salsa:
Rebana un trozo de cebolla y échalo en la sartén en la que se está calentando el aceite.
Deja que la cebolla se sofría hasta que veas que va quedando transparente.
Cuando notes que esto pasa, echa la salsa de tomate sobre la cebolla que está en la sartén.
Rebana las hojas de albahaca y agrégalas a la salsa que hay en la sartén.
Deja que todo se sofría durante unos diez minutos a fuego medio.
Una vez pasado ese tiempo, retira la sartén del fuego. Reserva. Ya tienes lista la salsa de la pizza.
Vamos a continuar trabajando con la base:
Procura que la masa no quede muy gruesa para que después se cocine adecuadamente.
Echa un par de disparos de aceite en spray y un poco de sal de ajo en una sartén antiadherente (esto le dará un riquísimo sabor a la pizza al impregnarse en la masa).
Cuando la masa esté lo suficientemente extendida, échala en esta sartén (que el fuego esté bajo).
Deja el fuego así (bajo) y deja que la pizza se haga durante unos diez minutos.
Cuando pase ese tiempo, echa la salsa de tomate espárcela sobre toda la masa.
Seguidamente, añade el queso mozzarella por toda la salsa de tomate que hay sobre la masa.
Echa por encima los diferentes pimientos y el jamón de pavo cortados en tiras y repártelos bien. Si quieres agregar otros ingredientes que te apetezcan, este es el momento.
Tapa la sartén con una tapa de su tamaño.
Pon la sartén y deja que todo se cocine a fuego bajo durante unos 10 minutos.
Así que ya sabes, Prepara una pizza en la sartén (sin necesidad de horno) y disfruta de lo que más te gusta en cualquier momento del año.
Que lo disfrutéis y hasta la próxima Cocinitas!!