Al Uruguay, guay, yo no voy, voy, voy, porque temo naufragar. Al Uruguay, guay, yo no voy, voy,voy porque temo naufragar. Mándeme a París, si es que le da igual..... Al Uruguay, guay, guay....yo no voy, voy, voy....porque temo naufragar. (Charleston de 1928, autores Jofre y Bolaños)
No, no soy tan mayor, pero debo reconocer que me sé y aún hoy en día canturreo los viejos cuplés y charleston que mi madre, mi madrina y mi abuela me enseñaban desde muy pequeñita. Siempre me dijeron que fui una niña muy espabilada y graciosa que aprendía enseguida las viejas canciones que cantaban mientras ellas hacían sus labores, sobre todo en los ratos de costura, entre “puntá y puntá” sobrehilando las chaquetas que mi abuela (Maria del Carmen Rosa, quién da nombre a éste blog de cocina, costurera ella) confeccionaba para los camareros de aquel mítico y tristemente desaparecido merendero de El Palo, llamado “Casa Pedro”.
Eso sí, nunca llegué a comprender porque si podían naufragar una parte de mi familia se fué “Al Uruguay”, igual es que ya en aquellos años, finales de los 40 era el lugar más “guay” para iniciar una nueva vida. Mi madre echaba de menos a su única hermana y a sus sobrinos, mi abuela suspiraba recordándolos; su hija, con un niño y dos niñas pequeñas se embarcó en un viaje de muchos, muchísimos días siguiendo la estela de su marido, quien había emigrado a Montevideo.
La familia se quedó allí, fue creciendo, nacieron nuevas generaciones y Montevideo, Punta del Este siempre supe que era la tierra que acogió a una parte de mi gente, a los que anímicamente me siento unida. Quizás por ello, siempre pensé que Uruguay, era muy “guay”.
Nunca llegué a ir, ellos casi todos los años vienen a España, a ésta tierra que les vio partir emigrando a tierras lejanas, allende los mares, a Uruguay.
Al igual que ellos, hasta allí llegaron hace más de 20 años, gracias a un gran empresario, Walter H. Alcalde, unos animales extraordinarios: esturiones concretamente las especies “Acipenser Baerii” de origen Siberiano y la “Acipenser Gueldenstaedtii” de origen ruso.
Por cierto, ¿saben que el esturión es un pez milenario, sus orígenes se remontan a la era jurásica, no tiene escamas y sí columna vertebral?
Comenzó la gran historia de “Black River Caviar”,
nació la primera marca de caviar del hemisferio Sur, resultado del trabajo de una familia dedicada a la cría de esturiones para obtener un caviar fresco, de excelente calidad, resultado de más de siete años de una esmerada labor de cría y selección de esturiones, dentro de un sistema de cultivo ubicado en un entorno similar al hábitat natural en el que se cria el pez en estado salvaje.
Hoy en día, tengo entendido que D. Román Alcalde es el presidente de la firma y también el "maestro de caviar", encargado de seleccionar y acondicionar las partidas y dirije junto a sus hermanos la empresa fundada por su padre.
Ubicados en plena naturaleza virgen, en el corazón de Uruguay, concretamente en la represa de Baygorria sobre el curso del Rio Negro. Sus aguas lucen calmas, pero bajo su superficie se desarrolla el bullir de la vida de los esturiones. “El lugar es perfecto, la zona del lago de la represa tiene las condiciones óptimas, hay poca industria y mucha naturaleza”.
En ese sitio se construyó la planta, la primera granja de esturiones en este hemisferio. El esturión es del hemisferio norte, ésta granja es la primera y la única en el hemisferio sur.
En la granja de Baygorria, el esturión crece y se desarrolla en menos tiempo que en otros países, favorecido por las condiciones del agua y el clima. Unos piletones de fibra de vidrio son la primera etapa. La planta utiliza 270 millones de agua por día en un circuito que funciona por gravedad, en un flujo constante del agua, que es tomada del lago y devuelta río abajo. Luego los esturiones pasan a unas jaulas sumergidas en el embalse del río Negro, donde crecen hasta llegar al tamaño y el momento adecuado para la faena.
De allí sale uno de los mejores caviares del mundo, reconocido en el ámbito internacional por sus altos estándares de calidad y se exporta al mundo y desde allí, desde Uruguay llega a nuestro país, concretamente a Marbella, a mi querida Málaga, de la mano de la mano de la empresa"Black River Caviar, España" y más concretamente de su distribuidora en exclusiva: ANTONIA LOPEZ LEON, para mí es la gran "maestra del caviar".
Desde mediados del mes de mayo, trabaja en la presentación del producto en Marbella, como un nuevo paso para su crecimiento en España, realizando eventos para tal fin.
Y hace unos días, tuve el gran honor y la suerte de que Maria Asenjo, directora y “alma mater” de la empresa de comunicación y marketing OAK POWERjunto con Antonia López me invitaran para que descubriera ése gran producto: auténtico caviar de esturión.
Tuvo lugar concretamente en un marco incomparable, en El Restaurante El Lago(Estrella Michelin) donde me hacen sentir como en casa.
Concretamente, Antonia nos deleitó con una cata y me desveló los secretos de unos de los diez mejores caviar del mundo Black River Caviar. Les cuento algunos detalles:
El proceso de cría dura hasta 10 años en el caso de algunas de las variedades que cultivan; cada ejemplar de esturión lleva un chip que permite su seguimiento desde que nace hasta el plato del consumidor final. Los machos se descartan primero.
¿Sabían que sólo 10% del peso del animal se envasa como caviar? La carne se usa para consumo, exportándose sobre todo a Rusia, Estados Unidos y Europa.
Las hembras llevan en sus gónadas las huevas que se convertirán en el valioso caviar, algunas de ellas pueden pesar hasta 1.500 gramos. Se extraen artesanalmente, una vez que el “maestro del caviar”, (que por cierto sólo hay 100 personas en el mundo que ostentan ése título y reconocida labor) considera que ha alcanzado el punto óptimo de maduración, de forma individual y personalizada con cada esturión.
Utilizando para su producción métodos de calidad excepcional como el enjuague de las huevas que se realiza con agua mineral “cero cloro” y el método “malosol” que indica que la sal que se agrega va determinada en función del peso, siendo sal esterilizada, dejando macerar muy poco tiempo, el justo para lograr la textura deseada.
El caviar puede tener una "gama de colores que van con matices desde el gris, el marrón avellana, hasta el golden", de aspecto amarillento, algo cobrizo es señal de más valor y muy apreciado por los consumidores.
Un buen caviar tiene que ser firme, de color uniforme, con un brillo único y glaseado, de textura cremosa, sabor suave sutilmente mantecoso y de duración prolongada agradable al paladar.
Además de ser 100% natural, el caviar de Black River Caviares especialmente fresco debido a que nunca es almacenado, por supuestísimo nunca congelado, sino que la producción va en función de los pedidos de los clientes indicándose en cada envasado desde la fecha de nacimiento del esturión, datos de producción y lógicamente fecha de caducidad del productoun verdadero “Documento de Identidad” de cada hueva.
Llegando el producto al cliente debidamente envasado conservando toda la calidad, a la par que con la elegancia y distinción que merece un gran producto con la categoría excepcional de ser uno de los mejores del mundo.
Black River Caviar es del Sur, su Norte es: La excelencia y la calidad.
¿Y cómo lo pueden conseguir me preguntarán? Ya no es necesario ir a Uruguay para ello, les llega el producto directamente donde Vds. requieran, incluso dispuestos para: Eventos empresariales, familiares, fiestas privadas, cenas, etc.
siempre con la elegancia y de la mano de una gran profesional, con gran conocimiento del caviar
para ello pueden contactar con:
Distribuidor Exclusivo para España:
Antonia López León
29.660 Puerto Banús – Málaga (España)
Tfno. 693 693 327
Email: antonialopezleonmail.com
Para más información pueden visitar su web www.blackrivercaviar.com