Hacer una lista de productos delicatesen españoles en la que pudiéramos seleccionar aquellos más sobresalientes de cuantos pudieran ocupar un lugar en una tienda o en una cocina gourmet, sería una labor harto delicada y prolija. Prolija, porque en España hay muchos productos perfectamente encuadrables en la categoría de delicatesen. Delicada, porque, siendo muchos los productos delicatesen que podríamos enumerar siempre podría olvidarse el que alguien podría considerar el más importante.
Hemos de entender que delicatesen es una palabra alemana que significa delicadeza y que se amplía su significado hacia el de una tienda gourmet o tienda de productos gourmets, esto es, productos originales y representativos de un país o región elaborados de forma artesanal y que constituyen una verdadera exquisitez. De ahí el decir que hacer una lista de delicatesen españolas es muy difícil. Son muchos los productos artesanales que se elaboran en España que podrían encuadrarse en esta categoría. Pero cuando pretendemos que esas delicatesen alcancen la superior categoría que las haga sobresalir entre productos de semejantes características, es decir, que sean ofertas estrellas en una tienda gourmet o en un restaurante que haya alcanzado esa categoría de gourmet ya hemos de afinar más. Un ejemplo: el jamón ibérico, o el aceite virgen extra, o el queso manchego de oveja curado, y muchos otros son productos siempre delicatesen; pero para que sobresalgan en una tienda gourmet o en un restaurante gourmet, han de tener un punto más.
Me explico: hay personas que son verdaderos gourmets porque saben elegir los mejores productos, distintos y sobresalientes por su exquisito paladar, o por su aroma, o por la forma maravillosa en que han sido elaborados. Esas personas, si son verdaderos gourmets, no simples presumidos, consideran que las verdaderas exquisiteces (delicatesen) son aquellas que reúnen esas características en conjunto: exquisito paladar, aroma embriagador que enaltece el sabor más selecto, y que han llegado a esas cualidades gracias a unos productos de primerísima calidad elaborados por verdaderos gourmets.
Ejemplos de delicatesen españolas:
El queso: queso manchego al romero o en manteca; torta de queso (del Casar de Cáceres, de Cañarejal, de Barros); queso del Roncal; queso manchego artesano, curado o viejo; queso de tetilla y de Cebreiro; queso de Cabrales y queso Gamoneu; queso de La Serena. Y varias clases más.
El aceite de oliva virgen extra: D.O. Jaén hojiblanca; aceite virgen extra elaborado con aceitunas picual, o arbequinas; D.O. Segorbe; D.O. Navarra…..
Conservas marinas: envasadas a mano en Galicia (mejillones, berberechos, algas marinas); anchoas de Santoña.
Trufas y setas de Soria: dulce de manzana con boletus o con trompetas; paté de trufas y setas.
Azafrán con D.O. La Mancha; pimentón de La Vera; espárragos de Navarra; flor de sal mediterránea; ajos negros de La Mancha.
Dulces y mermeladas: mermeladas artesanas del Pirineo catalán; bombones manchegos de queso; dulces típicos y artesanos manchegos, vascos, cántabros, turrones artesanos de Alicante.
Embutidos de caza ibérica: salchichón de jabalí a las finas hierbas; cecina de jabalí; perdices y codornices en escabeche…
Vinos de D.O. Rioja, Ribera del Duero, Penedés; Rueda; Rías Bailas, La Mancha
Productos de cerdo ibérico: lomo ibérico de bellota, salchichón, chorizo.
Y aquí es donde entra como producto estrella el jamón ibérico. Para todo el mundo gastronómico y para todo degustador de un buen jamón, el jamón ibérico es la mayor y mejor delicatesen de todos los productos gourmets españoles, sin necesidad de distinguir ni establecer categorías de jamón ibérico.
Pero un buen gourmet ha de buscar siempre lo mejor, la perfección suma y entonces ha de decantarse necesariamente por el jamón ibérico puro de bellota, una delicatesen entre las delicatesen. Una delicatesen especialísima entre la delicatesen suma que supone siempre el jamón ibérico.
Y hoy día resulta relativamente fácil sentirse un gourmet especial. El jamón ibérico puro de bellota está al alcance de todos los bolsillos por escasos que resulten y de todos los paladares por selectos y delicados que parezcan.
No sería muy ético desgranar los sitios donde se puede encontrar este producto estrella entre las delicatesen. Sólo daré una pista: en un mundo dominado por internet, no hay más que buscar detenidamente, sin prisas. No se tardará en encontrar lugares gourmets que nos ofrecerán una verdadera y maravillosa delicatesen, que nos convertirá en grandes gourmets por relativamente poco dinero y que añadirán a la delicatesen “jamón ibérico puro de bellota”, la delicatesen literaria ‘lo bueno si breve dos veces bueno’. Bien sabido es por los verdaderos gourmets que no debe abusarse de las delicatesen tomándolas en grandes cantidades. Un estómago ahíto pierde el más agudo y selecto paladar, desperdiciando por exceso de cantidad, la agudeza gustativa y olfativa que nos permite saborear una verdadera delicatesen.