Receta para hacer profiteroles de nata (crema de leche) y chocolate
Los profiteroles, o petisús, son unas bolas elaboradas con pasta choux que se rellenan con todo tipo de ingredientes. Si en una receta anterior os enseñábamos cómo hacer profiteroles de crema, hoy le ha llegado el turno a los petisús rellenos de nata (crema de leche) y bañados con chocolate negro.
Aunque en España esta elaboración se suele rellenar con ingredientes dulces, en otras regiones se acompañan también de ingredientes salados. Os animo a que las probéis con cualquier tipo de ingrediente, como puede ser un poco de ensaladilla de marisco, un paté y unos tacos de queso, un delicioso pesto, etc.
La receta de hoy está formada por 3 elaboraciones bien diferenciadas y muy sencillas de llevar a cabo. Realmente, el paso más laborioso es la preparación de la pasta choux. Montar la nata (crema de leche) y fundir el chocolate será lo que menos tiempo os lleve. Si os organizáis bien, en menos de una hora tendréis listos vuestros ricos profiteroles.
Si sois amantes del chocolate blanco, podéis fundir un poco y añadirlo, junto con el negro, en finos hilos por la superficie de las bolas de masa, el resultado, tanto a nivel visual como gustativo, será espectacular.
Aunque los petisús obtenidos con esta receta se pueden comer recién hechos, personalmente considero que mejoran notablemente si, una vez los hemos rellenado, los dejamos reposar en la nevera durante varias horas. Lo mejor es que juzguéis por vosotros mismos y llevéis a cabo el método que mejor se adapte a vuestros gustos, en esto de la cocina, como en todos los campos de la vida, hay mil formas de hacer las cosas.
¿Tenéis listos todos los ingredientes?
¡Comenzamos!Vídeo de la Receta
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Ingredientes [Para 15 unidades]:
Huevos - 2 unidades
Leche - 130 mililitros
Harina de trigo - 80 gramos
Mantequilla - 60 gramos
Azúcar glas - 35 gramos
Nata (crema de leche) para montar (35% M.G.) - 300 gramos
Chocolate negro - 100 gramosElaboración de la Receta
Antes de comenzar, metemos en el congelador las varillas que usaremos para montar la nata (crema de leche). Del mismo modo, introducimos también un bol de acero o cristal. Ponemos también la nata (crema de leche) en la zona más fría de la nevera, podemos meterla en el congelador, pero, en ese caso, prestaremos mucha atención para que no llegue a congelarse.
Elaboramos la pasta choux, que será la que nos sirva para hacer los profiteroles, para ello, ponemos a calentar la mantequilla y la leche en una cacerola o una sartén.
Cuando la mantequilla se haya fundido, añadimos la harina y mezclamos para que absorba el líquido. Una espátula de silicona nos puede ser muy útil para esta labor. Cocinamos durante 3 ó 4 minutos para asegurarnos de que toda la harina se hidrata. En ese momento, retiramos la sartén del fuego.
A continuación, añadimos los huevos de uno en uno. Cascamos uno de ellos, echamos su contenido en la sartén, y mezclamos con la espátula hasta que se incorpore a la masa. Cuando lo haya hecho, añadimos a la sartén el contenido del otro huevo y volvemos a mezclar hasta que se incorpore. Cuando la masa esté lista, la introducimos en el interior de una manga pastelera desechable.
Ponemos el horno a calentar a 200ºC.
Forramos con papel vegetal una bandeja para horno.
Cortamos la punta a la manga pastelera donde tenemos la masa y comenzamos a formar nuestros profiteroles. Hacemos bolas de masa de un tamaño aproximado al de una pelota de ping pong.
Una vez que tenemos la masa repartida sobre la bandeja, llevamos ésta al horno. Horneamos, a 200ºC, durante 25 minutos o hasta que la superficie de los profiteroles comience a dorarse.
Mientras la masa se hornea, comenzamos a montar la nata (crema de leche). La ponemos en el cuenco y comenzamos a batirla con el accesorio de varillas de la batidora eléctrica. Cuando la nata (crema de leche) comience a montar, añadimos el azúcar glas poco a poco mientras continuamos batiendo. Cuando esté montada, tapamos el cuenco con un plástico y lo llevamos a la nevera para que la nata (crema de leche) se mantenga fría.
Cuando acabemos el horneado de las bolas de masa, las sacamos del horno y las transferimos a una rejilla metálica donde dejamos que se enfríen.
Mientras tanto, fundimos el chocolate negro, para ello, preparamos el baño María. Troceamos el chocolate y lo ponemos a fundir. Removemos regularmente con una espátula.
Una vez que la masa se ha enfriado, ya podemos cortar los profiteroles por la mitad.
En el momento en que el chocolate se funda, comenzamos a montar nuestros petisús. Ponemos una boquilla a una manga pastelera e introducimos la nata montada (crema de leche). Repartimos una generosa cantidad de nata (crema de leche) sobre la mitad de masa que hacía de base durante el horneado, cubrimos con la otra mitad y, con la ayuda de una cuchara, repartimos por encima un poco de chocolate fundido. Si lo preferís, podéis bañar la mitad superior en el chocolate fundido para que nos quede una costra uniforme (ver video), en ese caso, tras bañar la masa, la ponemos sobre una lámina de papel vegetal para que el chocolate se seque.
Una vez concluido el montaje de los profiteroles podemos consumirlos de inmediato o meterlos en la nevera donde dejamos que reposen durante varias horas.
Anotaciones y Consejos
Los profiteroles que no consumáis, debéis guardarlos en la nevera dentro de un recipiente hermético para que no se sequen ni cojan sabores de otros alimentos de la nevera.
Podéis rellenar los profiteroles con otras cremas; mousse de chocolate, crema pastelera, mermelada, etc.