La receta que he preparado con romanescu es un sencillo puré. Y digo sencillo, porque realmente lo es: sólo lleva romanescu.
Desde pequeña he sido reacia a todo tipo de cremas y purés. Sí, esta es una de mis rarezas a la hora de comer, alguna tenía que tener. Y no es que no comiese verdura, todo lo contrario, sólo que prefería que me la presentasen entera y sin triturar. Esta manía mía me sigue acompañando ahora, aunque ha evolucionado a mejor. Sólo me gustan las cremas y verduras preparadas con un único ingrediente, o a lo sumo dos.
Esta receta que os dejo hoy, es bastante ligera y que se apaña con pocos ingredientes: romanescu, una cucharadita pequeña de aceite de oliva, leche desnatada y sal.
¡Vamos con la receta!
Ingredientes (4 personas):
- 1 col romanescu mediana
- 1 cebolla
- 200 ml. de leche desnatada
- una cucharadita de aceite de oliva
- sal
Modo de preparación:
En primer lugar, limpiaremos la col romanescu. Para ello, la limpiaremos de tallos y le quitaremos la hojas. Después la separaremos en tronquitos y también los pondremos bajo el chorro de agua para limpiarlos bien.
La coceremos en una cacerola hasta que esté completamente cocinada. Mientras tanto, podéis ir pochando la cebolla, bien picadita, con un poquitín de aceite.
Sacaremos la col y la escurriremos el agua.
La trituraremos con una batidora, junto a la cebolla pochada.
Después la pondremos al fuego e iremos añadiendo leche desnatada. Os he puesto unos 200 ml de leche pero ponedle la cantidad que queráis hasta que consigáis la textura que más os guste. Todo esto, sin dejar de remover hasta que el puré esté listo. Por supuesto, añadid sal.