Desde que estamos casi siempre solo dos en casa tengo que ingeniármelas para hacer diferentes platos con un mismo producto, como hoy con el romanescu, con medio ya es suficiente para los dos, así que si un día lo comes solo cocido con unas patatas, ya sabes que tienes otro medio para hacer de otra forma.
Esta verdura nos gusta mucho, es más fina que la coliflor y también da mucho juego en la cocina, ya tenemos publicadas algunas recetas más que os detallo a continuación:
SOPA DE ROMANESCU CON ZANAHORIAS
ROMANESCU CON VINAGRETA
QUICHE DE ROMANESCU CON POLLO Y MANZANA
SOPA DE ROMANESCU
Todas están muy ricas pero si tengo que destacar una sobre todas las demás os diría que la sopa de romescu junto con la que os traigo hoy son las mejores, claro que sobre gustos colores.
Como veréis es una crema muy sencilla, no lleva ni patatas ni nata (crema de leche) por lo que no es pesada, además de ser una forma fácil de que coman verdura sin saberlo los niños, para hacerla vamos a necesitar (para 4 personas):
½ romanescu grande o uno pequeño
4 ajetes, para la decoración nos harán falta como mínimo otros 8
1 cebolla
1 litro de caldo de ave
1 vaso de leche evaporada
1 cucharadita de maicena
Sal, pimienta
6 cucharadas de aceite de oliva.
Lavamos el romanescu y lo hacemos ramitos, cocemos los ramitos unos 8 minutos en agua hirviendo con un poco de sal, escurrimos y reservamos.
En una olla pondremos las cucharadas de aceite a calentar, limpiamos los ajetes y doramos ligeramente enteros los 8 de decoración, sacamos a un plato, en el mismo aceite pondremos los otros cuatro cortados en trocitos, siempre a fuego bajo para que no se quemen. Pelamos la cebolla y la cortamos en trocitos, la ponemos también a pochar con los ajos y un poco de sal, tapamos y dejamos que se haga lentamente hasta que empiece a tomar color.
Reservamos los mejores ramitos de romanescu para la decoración final, el resto una vez pochada la cebolla los añadimos a la cazuela, damos unas vueltas y regamos con el caldo, añadimos un poco de pimienta, dejamos cocer unos 10 minutos, trituramos todo bien.
En un vaso ponemos la cucharadita de maicena y la diluimos con la leche evaporada, la añadimos a la crema, movemos y dejamos cocer otros 5 minutos, rectificamos de sal y pimienta y ya la tenemos lista para servir.
Al emplatar pondremos en cada plato de crema unos ramitos de romanescu y los ajos que teníamos reservados.
Que aproveche.