En estas épocas suelo tirar mucho de horno, a pesar de que ello suele tirar de mi factura de la luz... Y una vez que lo enciendo procuro sacarle rendimiento. En esta ocasión, había pollo asado para comer; así que, antes de meter el pollo, preparé en un momentito una quiche, que luego me serviría para tener la cena lista y poder estudiar toda la tarde (o la parte de la tarde que los piojos me dejaron).
Las quiches son super socorridas, y super fáciles de hacer. Aunque la masa quebrada no es difícil de hacer, yo suelo traerla ya hecha del super, para ahorrar tiempo y tener la quiche preparada en un pispás. Es importante darle un breve horneado a la masa antes de ponerle el relleno, porque así se queda crujientita y no se empapa con los líquidos.
Esta receta es de Susana, de Webos Fritos, un blog que sigo hace muchísimo tiempo, tiene recetas verdaderamente estupendas, a las que yo recurro muchas veces, es una gran inspiración. Yo, que soy a veces un poquito perezosa, sigo un sistema menos elaborado que Susana para hacer el relleno, y le pongo menos mezcla de huevos y nata (crema de leche), que me protestan en casa...
Bueno, me dejo de rollos, ahí va mi pequeña adaptación de la receta de Susana...Quiche de espárragos trigueros, champiñones y gambas
Ingredientes:
1 lámina de masa quebrada ya elaborada.
1 manojo de espárragos trigueros.
250 g de champiñones.
250 g de gambas.
1/2 cebolla.
1/2 puerro.
150 ml de nata (crema de leche) (18% materia grasa).
2 huevos.
sal.
pimienta.
Preparación:
1. Lo primero es precalentar el horno, calor arriba y abajo, a 200ºC. Después hay que untar de mantequilla el molde que vayamos a utilizar. Yo uso uno redondo desmontable, de 24 cm, el mismo que uso para los bizcochos. Me gustan esos moldes que tienen el borde como con pliegues, quedan unas quiches preciosas, pero me dan miedo para desmoldar, siempre temo que se me pegue y se me rompa...
2. Colocar centradita la masa en el molde. Estas masas son estupendas, que no se mancha nada, ya vienen estiraditas y todo. Es importante no estirarlas más, porque encogerían al hornear. Pinchar el fondo de la masa con un tenedor para que no se suba. Normalmente se aconseja llenar el molde con garbanzos u otra legumbre seca para que no se suba la masa en el horno, pero yo soy un espíritu libre, y voy así a lo salvaje, sin legumbres ni nada. Algún día me arrepentiré...
3. Hornear unos 15 minutos, esto depende del horno. No hace falta que esté hecha ni dorada, sólo que se haga un poquito para que no absorba los jugos del relleno, esto estropearía completamente nuestra quiche.
4. Mientras tanto, elaboramos el relleno. Yo rehogo bien la cebolla y el puerro picado. Después añado los espárragos trigueros en trocitos (deshechar la parte más dura). Cuando empiezan a ablandar añado los champiñones, y por último, las gambas. No hace falta que estas últimas estén cocinadas del todo, terminan de hacerse en el horno. Con lo que hay que tener más cuidado es con los espárragos, para que no queden duros. En la receta de Webos Fritos, Susana los escalda tres minutos en agua hirviendo. Yo, ya lo he dicho, iba apuradilla. No olvidar poner sal y pimienta (menos mal que a mí eso no me pasa jamás).
5. En un bol, mezclar la nata (crema de leche), los huevos, sal y pimienta.
6. Cuando saquemos la masa del horno, ponerle las verduras y las gambas bien escurridas. Cubrir con la mezcla de huevos y nata (crema de leche).
7. Hornear otros 20 minutos aproximadamente, hasta que esté cuajada. Podemos ir comprobando con un palillo, pero no dejarla hacer de más, tiene que quedar jugosita.
8. Se puede servir caliente, templada o fría. Fría es como más nos gusta en casa, así que suelo hacerla por la mañana para cenar.
"¿Aún sigues aquí? ¡¡Venga a estudiar!!" - me digo a mí misma...
Espero que os guste tanto esta quiche como a mí...