Yo he optado hacer esta receta que encontré en uno de tantos libros de cocina que tengo guardados y he de decir que no es la primera vez que la hago. Suelo recurrir a este tipo de tartas porque a pesar de que son rápidas las podemos variar según nuestros gustos, aunque la quiche Lorraine es una exquisitez.
-200 g. de harina simple
-100 g. de mantequilla o margarina
-1/2 cucharita del sal (de las de café)
- 5 cucharadas de agua (temperatura ambiente)
Para el relleno:
-200 g. de bacón
-50 g. de jamón cocido (opcional)
- 3 huevos
-250 ml. de nata (crema de leche)
- 1 pellizco de pimienta blanca
-125 g. de queso emmenthal rallado
Un molde de 26cm. de diámetro
mantequilla o margarina y harina.
Preparación: Tamizamos la harina en un recipiente, repartimos por encima la mantequilla en copos y esparcimos por encima la sal. Hacemos un hueco en esta mezcla y echamos dentro del agua, amasamos con rapidez todos los ingredientes hasta obtener una masa quebrada. La dejamos reposar en el frigorífico durante 2 horas, envuelta en papel de aluminio.
Untamos el molde desmontable con mantequilla y espolvoreamos con harina. Calentamos el horno a 200º.
Extendemos la masa sobre una superficie enharinada hasta un grosor de unos 4mm y forramos con ella el fondo y los bordes del molde. Pinchamos la masa varias veces con un tenedor.
Cortamos el bacón en lonchas y el jamón cocido en tiras, cubrimos con estos ingredientes en fondo de la masa. Batimos los huevos junto con la nata (crema de leche) y la pimienta. Incorporamos el queso rallado, vertemos todo sobre el bacón y jamón, alisamos la superficie, para luego cocer el quiche 30 minutos a altura media.
Una vez cocido, dejamos enfriar unos minutos en el mismo molde y luego lo ponemos sobre una bandeja. Cortamos el quiche aún caliente y si lo acompañamos de un buen vino blanco seco tendremos una cena deliciosa, haced la prueba porque es una delicia.
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