Este pequeño vegetal es rico en vitamina C y fibra, contiene glucosinolatos y más de 20 aminoácidos y aporta minerales (yodo, azufre y magnesio) a nuestro organismo.
Su consumo nos ayuda a favorecer el tránsito intestinal, combatir la retención de líquidos, evitar cálculos renales, eliminar toxinas del organismo, a cuidar del hígado la vesícula y fortalecer el sistema inmune, mantener sana la piel y retrasar el envejecimiento, entre otras cosas.
Estamos en la época del año donde más resfriados hay, el rábano tiene propiedades antisépticas que nos ayudan a tratar casos de bronquitis, sinusitis, asma, tos y dolor de garganta.
Además, gracias a su aporte en fibras y baja aportación calórica es un alimento perfecto para combatir el sobrepeso e incluir en dietas de adelgazamiento.
Como he dicho antes, era un alimento que tomaba a diario en la comida porque su contenido antioxidante ayuda a regenerar el organismo necesario para las personas que estén recibiendo tratamiento de quimioterapia.
Después de haber hablado de lo importante que es este vegetal para nuestro organismo, vamos a elaborar una receta fácil y sencilla, para ello me voy a basar en la receta del mismo nombre que podemos encontrar el el libro "La cocina del bosque".
Solo necesitamos tres ingredientes:
10 rabanitos
10 cucharaditas de mantequilla
escamas de sal
En cuanto a la mantequilla, tiene que estar a temperatura ambiente a la hora de ponernos con la elaboración, para que sea más fácil de untar. Nosotros vamos a utilizar mantequilla tradicional fácil de untar sin sal de Lurpak.
En cuanto a la sal, nosotros vamos a utilizar escamas de sal Maldon.
Preparación:
Lavamos y secamos bien los rabanitos. Cortamos los extremos y por la mitad. Al cortar los extremos las mitades se apoyan mejor al colocarlas sobre una bandeja.
Cubrimos cada mitad con mantequilla y espolvoreamos con escamas de sal.
Presentación:
Los colocamos sobre una bandeja, fuente o plato de presentación y los llevamos al centro de la mesa.
La cremosidad de la mantequilla suaviza el toque picante de los rabanitos crujientes y las escamas de sal potencian ambos sabores.
¿Qué os parece este sencillo y fácil entrante para servirlo en nuestra comidas y cenas navideñas? Sus diferentes texturas y colores llamarán la atención de nuestros invitados. Y una vez que prueben este saludable entrante repetirán y os pedirán la receta.
Bon appétit!