Vamos con otro básico para nuestro fondo de cocina.
Esta masa la utilizaremos mucho en postres, para tartaletas y tartas.
Esta receta es la base de la masa. Las cocciones las especificaremos en cada receta en concreto.
Es una masa fina, crujiente, parecida a una masa de galletas. A veces veréis que la llaman arenosa. Eso os dará idea de la textura de la masa una vez cocinada.
Debemos tener unas cuantas cosas en cuenta cuando vayamos a trabajarla:
– la masa no hay que amasarla casi. Si lo hacemos, la haremos elástica, y lo que queremos es que se rompa, que cruja. Tenemos que usar la mantequilla fría, desmigarla en la harina y luego añadir y dar unas vueltas a la masa sin amasar, sólo lo justo para incorporar todos los ingredientes.
– la textura de la masa puede variar en función de la temperatura en la que trabajéis. En verano la masa me suele quedar más pegajosa, pero como luego la pondremos en la nevera, recuperaremos la consistencia que necesitamos para estirarla y manipularla para el horno.
– tened en la cocina un bote con garbanzos, alubias, semillas de soja, etc. Cualquier legumbre seca que utilizaremos cuando hagamos esta masa para que no suba. Pondremos un papel vegetal sobre la masa que habremos pinchado un poco y sobre el papel un puñado de estas legumbres. Añadirán algo de peso y harán que no se hinche. Yo tengo un bote lleno de soja que reutilizo para esto.
– vigilad el horno. Los tiempos suelen variar, y si es la primera vez que hacemos una masa, lo mejor es estar vigilando el color para que no se nos pase. Los tiempos que pongo son orientativos. No son infalibles :)
Ingredientes para 400 gr de masa (unas 6 tartaletas):
– 200 gr de harina floja y un poco para trabajarla
– 100 gr de mantequilla fría a taquitos
– 20 gr de agua
– 20 gr de azúcar
– 2 gr de sal
– 1 huevo M
Preparación:
1.- En un bol ponemos la harina y la mantequilla a taquitos. Desmigamos la mantequilla en la harina y la trabajamos con los dedos hasta que consigamos una textura parecida a la de unas migas.
2.- Añadimos el resto de ingredientes y mezclamos con los dedos, procurando no amasar, hasta que podamos formar una bola con la masa.
3.- Envolvemos la masa con un papel film y la dejamos en la nevera un mínimo de 30 minutos.
4.- Cuando la vayamos a trabajar, la sacamos de la nevera, espolvoreamos la mesa con un poco de harina y estiramos con el rodillo hasta un grosor de unos 4 mm. Cortamos la masa y la repartimos y estiramos en los moldes. La pinchamos un poco con un palillo o un tenedor. Reservaremos las tartaletas de nuevo en la nevera durante al menos 15 minutos.
5.- Si las vamos a rellenar en frío, les pondremos el peso encima y las llevaremos al horno durante 12 minutos. Las sacaremos, les quitaremos el peso y las dejaremos en el horno otros 12 minutos. Las sacaremos y las dejaremos enfriar.
Si no las rellenamos en frío, usaremos los tiempos y la cocción específica de cada receta.
¡Que aproveche!