Es de esas recetas que no puede faltar en ninguna mesa en ocasiones especiales, como tapa o entrante es uno de mis preferidos y solo son indispensables dos cosas, unas buenas almejas y tiempo para realizar la receta, no se necesita ninguna pericia es una receta facilona y terminarás relamiéndote los dedos, a que esperas...
Ingredientes:
1/2 Kg. de almejas
2 dientes de ajo
1 c/c de harina
medio vaso de vino blanco
1 cebolleta
perejil picado
sal
cayena (opcional) Elaboración:
1. Coloca las almejas en un bol con abundante agua y sal para que suelten la arena en el caso que la
tengan.
2. Picamos el ajo y la cebolleta fina, ponemos un fondo de aceite en una cazuela de barro o en su
defecto una cazuela normal, rehogamos el ajo y la cebolla, si hemos decidido hacerlas un poco
picantes es el momento de añadir la cayena, dependerá de lo que nos guste el picante, pero con una
cayena para esta cantidad es suficiente.
3. Cuando tengamos la cebolla a punto, añadimos las almejas, esperamos que se abran y
espolvoreamos la harina, removemos bien para que se cocine la harina y no sepa a cruda.
4. Incorporamos el vino blanco y por último, el perejil. Dejamos cocer unos minutos y retiramos del
fuego, probamos y rectificamos de sal.
Esta receta de almejas la podemos dejar hecha el día anterior y cuando las vayamos a consumir,
simplemente calentarlas, a mí me gustan más de un día para otro porque están los sabores más
ligados y están mucho más ricas.
Si una almeja no se abre a la hora de cocinarla retírala ya que posiblemente, este mala.