Estaba buscando algún postre que no llevara leche, cuando encontré esta receta de helado de coco. Normalmente, en los helados se incorpora nata (crema de leche), pero en este caso la sustituimos por leche de coco, que no deja de ser la propia pulpa del coco mezclada con agua.
La textura resultante no es exactamente igual a la del helado tradicional, pero el sabor es excelente y podemos combinarlo con varios toppings a la hora de servirlo.
Los ingredientes que necesitamos son:
2 latas de leche de coco: comprobad que las latas sean de leche de coco y no de crema de coco
1 vaso de azúcar glacé: si no tenemos azúcar de este tipo, podemos pasar azúcar normal por la trituradora de alimentos.
1 vaso de coco rallado
La preparación de este helado de coco es muy sencilla, pero requiere bastante tiempo. Para empezar, tenemos que poner las dos latas de leche de coco en la nevera durante ocho horas. De este modo, separaremos la leche en una parte sólida y una líquida. Sacamos las latas de la nevera sin moverlas mucho y separamos la parte líquida, reservándola para preparar algún otro plato.
La parte sólida la retiramos de las latas con una cuchara y la colocamos en un bol muy frío (mejor si lo hemos tenido un tiempo en el congelador). Añadimos el azúcar glace y el coco rallado y con la batidora eléctrica de varillas lo batimos hasta que tenga una textura de nata montada (crema de leche).
Ahora toca convertir la mezcla en helado. Para ello, lo ideal es hacerlo con una heladera, que nos evitará trabajo, pero si no tenemos solo hay que poner la mezcla en el congelador y removerla cada media hora, para que no se formen cristales de hielo. Cuando esté listo, la guardamos en un táper en el congelador.
Como sugerencia de presentación, servimos en una copa, decoramos con un poco de ralladura de piel de lima y unos granos de arroz inflado y ¡a disfrutar!