Voy a confesaros algo: la panna cotta es mi postre favorito. Es un postre muy sencillo, sí, pero me encanta. Me encanta su sabor, me encanta su textura, me encanta hasta esa sencillez. He estado en Italia muchas veces, y de hecho la última vez que estuve en Roma me dediqué a probar un montón de panna cottas caseras y entré en varias cocinas en restaurantes para que me enseñaran a hacerla exactamente como allí.
La textura de la panna cotta, como os decía, es sin duda uno de los factores que hace que me guste tantísimo. No es un flan, es más suave, se deshace en la boca y ese momento de degustarla y deshacerla despacio con la lengua, contra el paladar, me parece toda una experiencia. Igual es que soy demasiado fan, o que me fijo mucho, pero a mí una buena panna cotta hace que se me caiga la lagrimita.
El secreto de este sencillo postre está en hacerlo con cariño y con ingredientes de calidad. Verdaderamente es muy fácil de hacer y muy rápido. En algunos restaurantes le ponían vainilla, en otros no; en algunos la servían con coulis de frutos rojos, en otros con mermelada de albaricoque o nutella… Se pueden hasta hacer variaciones como la panna cotta de turrón.
A mí me gusta la más sencilla, la tradicional, con un coulis de frutitos rojos. El coulis, si no queréis estaros mucho rato, se puede preparar aguando un poco de mermelada. Es decir, añadiendo un poco de agua caliente a la mermelada que tengáis.
He hecho panna cotta un montón de veces, aunque no lo seguido que me gustaría (por eso de que tengo que enseñaros a hacer otras cosillas), así que cada vez que puedo prepararla la disfruto un montón. En esta ocasión, también he hecho una con nutella casera sin azúcar, petición especial de una personita especial, aunque para mi gusto la nutella mata mucho el sabor de la nata (crema de leche).
Panna cotta ligera sin azúcar
Si queréis que quede más ligera, podéis reemplazar la nata (crema de leche) por leche evaporada. Os saldrá igual, con un sabor ligeramente distinto, más suave, pero tendrá bastante menos grasas y calorías.En este caso, usando leche evaporada, los macronutrientes serían los siguientes, para 1 panna cotta de 100g:
96,3 kcal
10 g HC (1R)
6,7 g proteínas
3,4 g grasas
Como veis, la gran diferencia está en las calorías y las grasas, que tendría muchas menos.
Si preferís disfrutar de una panna cotta más similar a la tradicional, podéis usar nata (crema de leche), contar vuestras raciones / kcal según vuestras necesidades, ajustando un poquito las grasas del resto del día, y saborearla bien, que un día es un día
Imprimir
Receta fácil de panna cotta italiana sin azúcar
Plato Postre
Cocina Española
Palabra Clave dulces diabeticos, recetas diabeticas
Tiempo de preparación 5 minutos
Tiempo de cocción 10 minutos
Raciones 6 personas
Calorías 305.5kcal
Autor Noelia Herrero
Ingredientes
500 ml de nata (crema de leche) líquida
100 ml de leche
4 hojas de gelatina neutra
10 gr de sucralosa o edulcorante al gusto
Elaboración paso a paso
En un bol con agua fría, hidratamos la gelatina durante unos 5 minutos, hasta que esté blandita.Ponemos la nata (crema de leche) en un cazo a fuego lento y vamos removiendo hasta que hierva suavemente.
Mientras tanto, calentamos la leche en el microondas, escurrimos la gelatina y la disolvemos.
Cuando hierva la nata (crema de leche), vertemos la mezcla de leche y gelatina y removemos hasta que quede todo bien integrado.
Añadimos la sucralosa, y opcionalmente unas gotitas de vainilla (o vainilla natural).
Vertemos la masa en flaneras o recipientes individuales y dejamos enfriar en la nevera durante 4h.
Desmoldamos con cuidado, decoramos con coulis o chocolate, ¡y listo!