La base de la receta que os explicamos es una verdura que a veces pasa desapercibida y queda relegada a un papel secundario frente a sus ?colegas?, el pimiento, la alcachofa, los espárragos o la berenjena, de gran fama culinaria. Estamos hablando del calabacín, ese fruto curcubitáceo primo-hermano de la calabaza, el melón, el pepino o la sandía. Sí, sí, todos ellos pertenecen a la misma familia. Su fama está más ligada a las cremas, a la tortilla o al acompañamiento sencillo y ligero de carnes, pero con él se pueden hacer muchos y variados platos.
Por ejemplo, unos calabacines rellenos de cebolla y tomate que ahora os explicamos cómo preparar. Se trata de una receta inspirada en la cocina turca, con pequeñas variaciones al estilo Komprabo.com, frescas e imaginativas.
INGREDIENTES:
Como ingredientes básicos, necesitaremos unos calabacines a los que tendremos que cortar el tallo y aceite de oliva.
Y para el relleno: cebolla cortada en aros o tiras muy finas, aceite de oliva, ajo y perejil picado y tomates troceados.
Para acompañar: un poco de queso feta y unas aceitunas negras rellenas
¡A COCINAR!
Lo primero que tenemos que hacer es lavar bien los calabacines y salarlo al gusto. Y a continuación extraer su pulpa para dejar hueco para el relleno. Para ello, se pueden cortar por la mitad y vaciarlos manualmente con un cuchillo o bien hacerlo mediante un vaciador específico, con lo que no hará falta cortar los calabacines por la mitad.
Para el relleno, pondremos a calentar un poco de aceite de oliva en una sartén para sofreir la cebolla hasta que esté tierna, pero sin llegar a dorarse. A continuación, hay que añadir el ajo y remover durante 1 minuto. Luego, hay que retirar la sartén del fuego y añadir el perejil picado y el tomate. Salarlo y remover bien todos los ingredientes para que se mezclen.
Una posible variación del relleno, que es la que hemos hecho nosotros, consiste en añadir también un poco de la pulpa sobrante de los calabacines que hemos vaciado, así aprovechamos al máximo esta verdura y no desperdiciamos nada.
Ahora, sólo queda rellenar los calabacines con la mezcla y ponerlos en el horno durante media hora a 180 grados.
Cuando estén listos, los emplatamos y los acompañamos con lo que más nos guste. En este caso, hemos usado queso feta y aceitunas negras para conseguir un plato ligero, veraniego y muy sabroso.
NUTRITIVO Y CON POCAS CALORÍAS
El calabacín es una de esas verduras que destaca por tener muy pocas calorías y mucha vitamina. Al ser una planta acuosa (tiene un 96% de agua), tan sólo consumes 15 calorías por cada 100 gramos de producto. Además, destaca por su alto contenido en potasio, calcio y vitaminas (A y C).
Visto esto, seguro que más de un@ ya está pensando en incluir al calabacín como un ingrediente básico de la dieta. ¿A qué esperas para comprar esta verdura ya?