¿Sabéis qué? que hoy no voy a contaros nada, no tengo ganas, además estoy más cabreao que una mona porque voy a cambiar de compañía telefónica y la actual no para de acosarme literalmente con mensajes y llamadas pidiéndome que no me vaya, ofreciéndome el oro y el moro, vamos les ha faltado ofrecerme diez minutos de sexo gratis. Si, para eso estoy yo, pa perder diez minutos de mi tiempo en tonterías, con lo ocupao que estoy y la de cosas que tengo que hacer, que no tengo tiempo ni de rascarme. Por eso hoy no digo ni "mú", simplemente me limito a dejaros un plato bien rico y facilito, de los de "toma pan y moja", una receta que vengo arrastrando desde mi más tierna infancia y que bien podéis hacer en revuelto, como éste o con los huevos (los de gallina), cascados y cuajados en el tomate, también delicioso.
INGREDIENTES:
1 kg. de tomates maduros
4 huevos
Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal
Azúcar
PREPARACIÓN:
Lavamos, pelamos y troceamos los tomates en brunoise (o cuadraditos para los que no seais tan finos como yo).
En una sartén, echamos un chorreón generoso de aceite y la ponemos al fuego y una vez caliente, introducimos el tomate y dejamos freir a fuego medio, durante unos 45-50 minutos. Le añadimos sal y un pellizco de azúcar para rebajar la acidez del tomate.
Una vez hechos, les cascamos los huevos y esperamos a que éstos cuajen un poco para después revolverlos junto con el tomate.