No sé si os lo habíamos dicho ya, pero somos muy fans del arroz y en casa comemos a menudo. Así que nos hemos decidido a subir otra receta elaborada con este ingrediente, y por supuesto, también con verduras. Esta vez nos hemos decidido a ponernos el delantal y preparar un Risotto de calabacín.
risotto de setas Portobello y champiñones. Veréis a continuación que los pasos a seguir son muy similares.
Una vez que tenemos el delantal puesto, ponemos el caldo de verduras en una olla a calentar, ya que necesitaremos que esté a alta temperatura más adelante. Ya sabéis que el caldo podéis comprarlo en cualquier supermercado o hacerlo vosotros mismos en casa. Nosotros siempre recomendamos la segunda opción.
Luego cogemos el diente de ajo, lo pelamos y lo cortamos en láminas. Después, pelamos la cebolla y la cortamos en tiras finas.
En este punto, ponemos una sartén al fuego con un buen chorro de aceite de oliva. Cuando esté caliente echamos el ajo laminado.
Cuando éste se haya tostado, ¡cuidado de que no se os queme!, pondremos la cebolla cortada a fuego medio. La removemos de vez en cuando.
Mientras se hace la cebolla, cogemos el calabacín y lo lavamos bien, ya que no le vamos a quitar la piel en esta receta. Lo cortamos en rodajas no muy finas y lo reservamos.
Cuando la cebolla empiece a estar dorada añadiremos las rodajas de calabacín y mantenemos el fuego a la misma intensidad. En este punto también hemos añadido los primeros 10 g de mantequilla para que las verduras cojan esa cremosidad. Ponemos también un poco de sal y de pimienta molida.
Pasados unos minutos, el calabacín ya estará más blandito y más dorado, así que cogemos el vino blanco y lo añadimos a la sartén también. Subimos un punto el fuego y dejamos que se absorba todo el vino.
Cuando el vino ya se haya consumido, ponemos el arroz en la sartén. Lo removemos durante 1 minuto para que se vaya mezclando bien con el resto de ingredientes.
A continuación, empezaremos a añadir el caldo de verduras. Lo haremos poco a poco, primero unos 3 cazos, ¡recordad que tiene que estar muy caliente!
En este momento de la receta, tendremos que estar cerca de la sartén todo el rato, ya que tenemos que remover constantemente.
Como queremos que el arroz sea muy cremoso, iremos añadiendo también más mantequilla a la vez que incorporamos todo el caldo. Nosotros la hemos añadido en trozos de 5 g, dejando el último para cuando el arroz ya esté hecho.
Aprovechamos también para comprobar que está bien de sal, si fuese necesario añadimos un poco más.
Después de añadir todo el caldo (es posible que no sea necesario usarlo todo), los últimos 5 g de mantequilla y cuando comprobemos que el arroz está en su punto, pondremos un poco de queso parmesano rallado por encima.
Lo removemos bien para que quede ligado y conseguiremos así una textura aún más cremosa. Este paso recomendamos que lo hagáis a vuestro gusto, según cómo de cremoso os guste el risotto.
Lo apartamos del fuego, dejamos reposar unos minutos y la receta está lista.
Preparamos la mesa, servimos y a ¡disfrutar! ¿Qué os parece? ¿Os gusta más este risotto o el de setas?