El otro día mi madre me dio un repollo y como no sabía que hacer con el, me puse a buscar por Internet a ver que podía hacer, así que tocó primero una sopita (pondré la receta más adelante) y con lo que me gustan los rollitos de primavera de los restaurantes chinos me animé a hacerlos en casa. Fueron 2 intentos, porque primero usé pasta de arroz en vez de pasta brick. Da el doble de trabajo y es muy delicada, al freírlos se abrían y aún así estaban buenos. En cambio con la pasta brick una maravilla, muy fácil manipularla. Quedan muy parecidos a los del restaurante y si los coméis con salsa no notareis casi diferencia. Animaros porque están de rechupete :p
Ingredientes para 8 rollitos:
2 zanahorias
1/2 cebolla
1/3 de col mediana
300g. de carne picada
1 huevo
Sal
Pimienta
Agua
Salsa de soja
Aceite
Pasta brick
Preparación:
Salpimentamos la carne picada (yo uso de ternera) y la salteamos en una sartén hasta que este blanquita. La retiramos a un plato.
Ahora queda montar los rollitos. Cogemos una lámina de pasta, le echamos 2 cucharadas del relleno y doblamos como en las imágenes, usando como pegamento yema de huevo. Tenemos que presionar bien para que quede el menor aire posible en el rollito y al cocinarlos no se abran. Se pueden congelar una vez enrollados.
Para acabar los freímos, y en cuanto estén dorados los ponemos en un plato con papel absorbente.
Ingredientes para la salsa agridulce:
El jugo de una lata de piña de 225 g. o 150 ml de zumo de piña
65 g. de azúcar
65 g. de vinagre (9 cucharadas soperas)
1 cucharada de postre de maicena
1 pizca de sal
Colorante
Preparación:
Añadimos en un cazo el jugo de piña, el azúcar, el vinagre, la pizca de sal y casi toda el agua. Removemos con una varilla. Con el agua que queda disolvemos la maicena y la echamos en el cazo cuando esté caliente. Cuando la maicena se vuelva transparente retiramos el líquido a un bote y lo dejamos enfriar. Si tenéis colorante en gel se lo echamos cuando este frío. Hacemos la mezcla con color rojo y amarillo hasta conseguir el tono deseado. Yo como no tengo colorante en gel le eché el que tenía en casa (el de la paella) así que la salsa me quedo de color amarillo y como es en polvo lo añadí en el cazo cuando estaba caliente. Esta salsa dura hasta un mes en el frigorífico.
NOTA: Si usáis colorante en gel la salsa con el tiempo se vuelve transparente porque este reacciona con el vinagre, con lo cual cada vez que la toméis tendréis que añadirle más colorante.
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