Pero teniendo en cuenta que el pasado martes fue mi cumpleaños me vais a permitir que hoy os traiga estos deliciosos rollos rellenos de crema de turrón para festejarlo con todos vosotros.
Con lo que me cuesta comer el turrón de Jijona así, a palo seco, y lo mucho que me gusta en postres.
Mi marido dice que tengo una obsesión, y que en Navidad compro turrón de almendra sin cálculo alguno.
Puede ser, pero no puedo arriesgarme a que en pleno mes de julio se me antoje un postre turronero y ver mis reservas agotadas.
Además empiezo a sospechar que en los supermercados conocen mi debilidad con las ofertas y cada vez ponen más promociones cada temporada.
Hacía tiempo que me rondaba por la cabeza hacer una crema de turrón para rellenar y a la vez tenía muchas ganas de repetir los rollos de canela receta con la que me inicié con éxito en el mundo de las masas.
Era cuestión de tiempo que esta receta tomara forma en mi mente y sólo puedo decir una cosa ¡menudo invento!
Podría comerlos cada día, y varias veces.
De hecho me comería la crema del relleno a cucharadas ¡menuda tentación!
Había visto algunas cremas que llevan nata (crema de leche), pero no soy demasiado amiga de la nata (crema de leche), y cuando me topé con una tarrina de queso en el frigorífico lo tuve clarísimo y os puedo asegurar que ¡no hay nada como dejarse llevar por los flechazos!
Hasta el momento había preparado dos masas diferentes para hacer rollos (esta rellena de crema de cacao tampoco os la podéis perder) y como no me canso de seguir experimentando con las masas aquí estoy con una tercera que ha vuelto a dejarme muy buen sabor de boca porque se mantienen tiernos y esponjosos (aún a pesar de conservarlos en el frigorífico) y no sale mucha cantidad (justo los que veis en las fotos)
No diré que es la definitiva, seguramente cambie la próxima vez que los repita, pero puedo asegurar que merece bastante la pena.
Con las cantidades que os pongo para el relleno sobra la mitad. Se conserva muy bien en el frigorífico y lo usé unos días después en otra receta que más adelante os enseñaré.
Podéis preparar la mitad aunque os puedo asegurar que encontrareis la manera de darle salida.
Y sí, soy consciente de que queda una receta con aires de lo más navideños.
Es más, estos rollitos los disfrutamos en pleno mes de diciembre, con el espíritu de la Navidad en lo más alto, pero me dije que esperar todo un año para publicarlos era demasiado.
Que cuando llega el mes de diciembre da tiempo a poner muy poquitas recetas.
Que con lo que me gusta el turrón era la receta perfecta para celebrar mi cumpleaños con todos vosotros.
Y que no me daba la gana dejarlos en la sombra porque ¡tenían que ver la luz cuanto antes!
Demasiadas razones me di a mí misma, cuando siempre he sido de decisiones rápidas.
Además los 39 me han hecho menos políticamente correcta aún si cabe, y hago lo que me rota y cuando me rota. Paso más aún de convencionalismos y de "queda bien" que por otro lado siempre se me ha dado fatal.
En resumen, que hagas estos rollos cuando te apetezcan, que no hay fecha en el calendario para las cosas ricas. He dicho.
Sabeis que no soy muy amiga de glaseados, pero les añadí un sirope que tengo de toffee y que es mi perdición porque me encanta el toque que el caramelo líquido le da al turrón.
Es algo completamente opcional (y prescindible e innecesario, que calorías ya tiene la receta de por sí) que puedes obviar o cambiar por otro tipo de glaseado.
Pero hoy vamos a olvidarnos de dietas y vamos a festejar mis treinta y todos y me vais a dejar pedir que los 40 los pueda celebrar como me rote (complicado lo veo con el panorama que tenemos) sin restricciones de movilidad, aforos y sin tanto miedo al contagio.
Y dicho todo esto ¿quién quiere el primer rollo? ¿y un café?
Ingredientes:
Para la masa:
* 150 ml de leche
* 1 huevo
* 50 gramos de mantequilla
* 50 gramos de azúcar
* 1 pellizco de sal
* 1 cucharadita de esencia de vainilla
* 325 gramos de harina de fuerza
* 100 gramos de harina de trigo común
Para el relleno:
* 200 gramos de queso de untar normal
* Una tableta de turrón de Jijona (la mía de 250 gramos)
* Un chorro generoso de caramelo líquido.
Para decorar:
* Azúcar perlado
* Almendra en cubitos
Elaboración:
1. Ponemos en la cubeta de la panificadora los ingredientes de la masa. En la mía (del LIDL) primero se ponen los líquidos (la mantequilla derretida y el huevo batido) y después los sólidos. Ponemos dos veces el programa de amasado (el 7 que dura 15 minutos)
2. Una vez lista la masa pintamos un bol con aceite, sacamos la masa de la cubeta, hacemos una bola, la giramos en el bol para que se impregne de aceite y la cubrimos con film transparente (directamente en contacto con la masa) y tapamos el bol con un paño seco y limpio. Dejamos levar hasta que doble su volumen.
3. Para preparar el relleno ponemos todos los ingredientes en la jarra de la batidora (o en algún robot o procesador de alimentos) y trituramos hasta obtener una pasta homogénea) Reservamos.
4. Cuando la masa haya levado, la sacamos del bol, la ponemos sobre la lámina de silicona, amasamos ligeramente y estiramos formando un rectángulo.
5. Cubrimos con el relleno dejando aproximadamente un centímetro sin cubrir a lo largo de uno de los bordes largos.
6. Vamos enrollando por la parte larga de la masa, haciendo un rollo lo más apretado posible y acabamos con el lado que teníamos sin relleno. Presionamos para que selle bien.
7. Cortamos rollos de grosor comprendido entre 2-2,5 centímetros y los colocamos en la fuente en la que vayamos a hornear. Espolvoreamos con azúcar perlado y almendra granillo
8. Tapamos con un paño limpio y dejamos levar.
9. Introducimos en el horno precalentado a 180ºC y horneamos unos 25-30 minutos. Si se doran mucho podemos tapar con papel de aluminio.
10. Antes de servir podemos poner unos hilos de sirope de toffee (o glasear al gusto)
Lo mejor es comer estos rollos recién hechos. Están muy tiernos, el relleno muy cremoso, huelen de maravilla...
Pero como un atracón no es lo más recomendable a estas alturas los que sobren los tapáis con film transparente y los guardáis en el frigorífico.
Aguantan bien el tipo, que no es poco. Pero ya os aseguro yo que ¡os los van a quitar de las manos!
Como es una receta ideal para aprovechar los restos navideños de turrón va para el reto 1+/-100, desperdicio 0 de mi amiga Marisa.
Y me despido muy rápido. La carga de trabajo que tengo en enero es brutal.
Gracias por seguir al otro lado de la pantalla, espero que sigáis sanos que es lo más que se puede desear en el momento que estamos viviendo.
Nos leemos la semana próxima.
Manos a la masa y ¡bon appétit!