El rösti es un plato de patatas muy popular en la cocina de Suiza.
Cuando vi la receta en el blog de Ivan Plademunt, El Restaurante Imaginario, supe de inmediato que esa sería la receta robada este mes para el reto de #elAsaltablogs. Ivan tiene un restaurante que no es nada imaginario, sino que es de verdad de la buena, y si estáis por Alcalá de Henares podéis hacerle una visita para probar sus delicias.
El rösti se considera tradicionalmente como una parte de un desayuno normal de los agricultores suizos aunque hoy en día se sirve más bien como acompañamiento para platos de carne o pescado. Muchos suizos consideran el rösti como su plato nacional. La receta tradicional utiliza manteca de cerdo para su elaboración, pero yo (al igual que Ivan en su receta original) he utilizado aceite de oliva y mantequilla.
Aunque la receta está planteada como un plato vegetariano, lo hemos acompañado de unas tiras de bacon ahumado para añadir algo de proteína a este brunch que hemos tomado antes de ponernos a trabajar en nuestro huerto. Como si de auténticos agricultores Suizos se tratara.
Nos ha gustado mucho rememorar la semana que pasamos en Suiza a través de esta receta. He sacado el ajo, de la receta Ivan y añadido orégano fresco, pero por todo lo demás, la receta es tal cuál él la propone.
Ingredientes: (2 personas)
2 patatas medianas
1 cebolla pequeña
4 cucharadas de queso emmental rallado
1 cucharada de mantequilla
aceite de oliva
orégano fresco
pimienta blanca
sal
Elaboración:
En primer lugar, ponemos las dos patatas a hervir en una olla con agua durante 10 minutos. Yo las he pinchado un poco con un tenedor para ayudar a que se hagan antes.
Mientras que se cuecen las patatas, rallamos la cebolla y la ponemos en un bol junto con el queso rallado, la mantequilla y el orégano fresco.
Cuando las patatas esté listas, las enjuagamos en agua fría bajo el grifo para que pierdan temperatura más rápidamente, y cuando las podamos manipular sin quemarnos, las pelamos y las rallamos.
Podemos dejar un poquito de piel en la base para que sea más fácil manipularlas mientras las rallamos y quitarla al final.
Incorporamos la patata rallada al bol con la cebolla y el queso, y añadimos sal y pimienta blanca al gusto.
Con las manos, amasamos la mezcla hasta que quede todo bien integrado. Es el momento de preparar las tortitas.
En una sartén antiadherente ponemos unas cucharadas de aceite de oliva y añadimos la mitad de la mezcla que tenemos en el bol.
Cocinamos durante unos 6 minutos por cada lado, hasta que las tortitas estén doradas por ambas caras. Queda una masa bastante compacta así que no tendremos problema para darle la vuelta con una espátula grande, pero si no tenemos, podemos utilizar el viejo truco del plato para volcar la torta y darle la vuelta para que se dore por el otro lado.
¡Y ya tenemos listo nuestro rösti tradicional de la cocina Suiza!
Un desayuno o brunch salado que casa perfectamente con un té negro fuerte. Podemos acompañarlo de unas tiras de bacon, tomatitos cherry, un huevo a la plancha. ¡Combina con todo!
¡Que aproveche, Calderer@s!
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