Se acabaron las salsas de tomate embotadas, de colores y sabores sospechosos. Esta salsa nos lleva al corazón de la cocina italiana, pero, por supuesto, es simple y llanamente un comodín en nuestra cocina.
Al modo italiano, esta salsa es lo que ellos llaman una passata di pomodoro. Un puré de tomate, concentrado, porque le hemos quitado gran parte de su contenido en agua, lo que hace que añada un extra de sabor a cualquier plato que queramos preparar. Y ¡atención! no lleva aceite, así que, no sólo reducimos las calorías, sino que no se nos quedará de ese terrible color anaranjado que tienen algunas salsas de tomate caseras después de meterle la minipimer... (¡horror!)
Una vez que la hemos hecho y, si así lo deseamos, envasado o congelado, la podemos utilizar para infinidad de preparaciones: pizzas, salsas para acompañar pasta, estofados...
La elaboración de la passata es muy sencilla, como veréis, se trata de una cocción prolongada, a fuego lento, que permite reducir al máximo el contenido de agua, y acentuar los sabores del tomate. Además, si queréis, podéis añadirle algún aroma a la salsa, a mí me gusta ponerle albahaca fresca, pero podéis probar con otras hierbas aromáticas, incluso con anchoas.
¿Nos vamos preparando para la temporada de tomates?
Salsa de tomate y albahaca {the Italian way}
Ingredientes:
1 kg de tomates bien maduros y aromáticos.
2 ramitas de albahaca (opcional).
1 cucharadita de sal.
1 cucharadita de azúcar.
Preparación:1. Cortar los tomates en cuartos y ponerlos en el vaso de la Thermomix. Triturar unos 20-25 segundos en velocidad 4.
2. Colocar la mariposa. Añadir la sal, el azúcar y las hojas de albahaca, si nos gusta ponerla.
3. Programar 60 minutos, 100ºC, velocidad cuchara. Dejar la Thermomix con el bocal destapado, esto es muy importante, porque lo que queremos es que se evapore el agua y se reduzca la salsa.
4. Pasado este tiempo, probar la salsa y rectificar de sal o de azúcar si fuese necesario. Volver a programar 60 minutos, 100ºC, velocidad cuchara, siempre con el bocal destapado.
5. Retirar la mariposa y triturar 1 minuto en velocidad 6-8 hasta que obtengamos una salsa muy fina. Podemos pasar por un pasapurés para retirar cualquier resto de semillas o de pieles que nos haya quedado.
6. Ahora esta salsa podemos o bien envasarla en tarros de cristal al vacío, o congelarla, para posteriormente utilizarla en cualquiera de nuestros platos.
Nota de la bloguera: Si no queréis usar o no tenéis robot de cocina, no problem. Simplemente seguís los mismos pasos, pero poniendo los tomates en una cazuela, a fuego lento, y removiendo de vez en cuando, hasta que se haya reducido y espesado la salsa. Calculad entre una hora y media y dos horas, para que alcance el punto deseado.
Fuente de la receta: Mangiare Bene