Hoy os propongo una sencilla y riquísima cena que tan sólo necesita unos minutos de preparación y después, ¡se hace sola! Con la foto seguro que sabéis de qué se trata… Sardinas al horno.
Seguramente muchos las hacéis en vuestras casas, pero otros tantos no por el olor que deja después de hacerlos o por la pereza de limpiarlas, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de una cena y una buena fuente de proteínas de calidad y hierro de fácil asimilación para el cuerpo.
Comprando medio kilo o incluso un kilo, podéis cenar 4 personas acompañadas de una buena ensalada para compartir. Puedes pedir en tu pescadería de confianza que te las limpien y tu tan sólo prepararlas para ponerlas en el horno.
Yo las limpio bien y si quieres, puedes quitarle la cola y verás como no olerán mientras se hornean, ¿sabías ese truquillo? Yo no la quito, porque abro bien los ventanales de la cocina y la verdad, se va el olor bastante rápido.
¡Bien! Después de tener las sardinas limpias, las colocas en la bandeja de horno con papel de alumnio. Después, pongo un buen chorro de aceite de oliva por encima de todas, sal y especias. Las pongo en el horno precalentado a 180º calor arriba y abajo durante 15 minutos y las saco para comer en el momento.
Cuando las sirvo, le pongo de nuevo sal gorda por encima y también, puedes poner de manera opcioal gotitas de limón. Como sugerencia de presentación, las puedes poner sobre un plato cubierto con canónigos y… ¡A comer!
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