Necesitamos:
Sardinas
Sal gorda
Aceite de oliva
Preparación:
Quitamos las escamas de las sardinas y cortamos las cabezas y las colas para sacar los lomos con un cuchillo que corte muy bien.
Una vez tengamos los todos los lomos limpios de escamas y espinas, los lavamos en agua fría. Los secamos con papel de cocina.
En un recipiente pondremos en el fondo un par de hojas de papel de cocina y a continuación una capa de sal gorda, después los lomos de sardina hacía abajo (sin que se toquen unos con otros), otra capa de sal gorda etc... así hasta terminar que lo haremos cubriendo todo con sal. Tapamos y metemos en la nevera. (yo use un táper y tuve las sardinas toda la noche).
Sacamos los lomos y los lavamos muy bien para retirar toda la sal. Escurrimos y los iremos colocando en un recipiente con aceite de oliva. Tapamos y a la nevera hasta que las queramos consumir. Bien tapadas duran varios días.
Se pueden tomar de mil maneras... yo os cuento una de ellas.
Simplemente tostamos unas buenas rebanadas de pan. Trituramos tomate pelado y ajo. Untamos el pan con esta mezcla y encima pondremos un lomo de sardina. Un chorrito de aceite de oliva -del mejor que tengamos- (ésto es fundamental).. y ¡¡a disfrutar!!!.... (Opcional: espolvorear una pizca de perejil picado).
"Essssspessstacular"