Ingredientes
4 Sardinas grandes
Sal marino (gorda)
Hebras de hinojo
Pimienta rosa
2 dientes de ajo
1 cucharilla de perejil picado
Escamas de sal negra ahumada
Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Lavar bien las sardinas y le quitamos todas las escamas, raspando delicadamente con un cuchillo.
Debido al tamaño de las sardinas, solo nos van a entrar cuatro sardinas por recipiente. Por eso vamos a necesitar varios recipientes o usar uno más grande. Llenar el fondo con una capa de sal marino.
Ponemos las cuatro sardinas, y le ponemos sal rellenando todos los huecos.
Una vez rellenados los huecos cubrir con más sal.
Con las manos vamos allanando y apretando fuerte, para que la sal penetre por todos los lados, y cubra las sardinas en toda su totalidad. En el caso de que queden al descubierto, se nos podrían echar a perder.
Cerramos el recipiente con una tapadera, y guardamos durante una semana, en un lugar fresco y seco fuera del frigorífico.
Pasada la semana. Destapamos y le ponemos un poco de agua, solo para humedecer la sal. En el caso de que le pongais una sal menos gruesa, no hara falta ponerle agua, porque las sardinas se hidratan antes y soltarán sus propios jugos.
Volvemos a tapar el recipiente y lo dejamos durante treinta dias en un lugar fresco fuera del frigorífico.
Pasados los treinta días, las sardinas marinadas en salazón tienen este aspecto.
Sacamos las sardinas del recipiente.
Con la ayuda de unas tijeras cortamos las cabezas y la parte de las ventrescas.
Ahora quitamos las tripas y enjuagamos ligeramente. Abrimos las sardinas y le quitamos todas las espinas y la piel. Separamos los lomos y con un paño o papel de cocina, las secamos al mismo tiempo, eliminando el color plateado del lomo.
Para limpiarlas usamo sel dedo pulgar, apretamos en el centro a ras de la espina central, y bamos bajando para abajo, y luego hacia arriba y saldra la espina completa.
Una vez sacada la espina, repasamos por si queda algun residuo por la parte de la ventresca.
Al darle la vuelta a la sardina, podéis observar como sale la piel sola con facilidad.
Una tenemos las sardinas limpias totalmente, las rociamos con un buen aceite de oliva. Aconsejado un aceite de oliva de hierbas provenzales.
Ponemos las sardinas en la bandeja donde vamos a servir, rociamos con eneldo, pimienta rosa (molida al instante) y escamas de sal negra ahumada, para darle un toque de ahumado, ajo picado finamente, hebras de hinojo, perejil picado finamente.
Para terminar, cubrimos las Sardinas marinadas en salazón con aceite de oliva virgen y guardamos en el frigorífico, durante un par de horas antes de servir.
La receta y las fotografías han sido amablemente ofrecidas por Alexis, un foodie que he conocido en Cookpad y que tiene estupendas recetas y sigue manteniendo la cocina tradicional.