Nos encantan las sardinas, a la brasa, la plancha o simplemente al horno; lo que no nos gusta tanto es que luego la casa está oliendo a sardinas dos días.
Bueno pues os doy otra opción, es una receta que tenía pendiente, más propicia del verano pero como todavía hace muy bueno he decidido compartirla con vosotros.
Sardinas marinadas sobre tartar de tomate y aceitunas.
Ingredientes:
Sardinas bien frescas
Sal gorda
Agua con hielo
Vinagre de manzana o de sidra
AOVE
Sal fina
Tomate pera
Aceitunas negras sin hueso
Cebolleta o cebolla morada.
Vinagre, aceite y sal
Elaboración:
Lo primero es marinar las sardinas; para ello limpiamos las sardinas, quitando cabeza y tripas y por supuesto la espina central.
Una vez limpias preparamos un bol con agua fría y hielo añadimos un puñado de sal gorda y metemos en ella las sardinas para que se desangren pero queden bien duritas, dejamos 10 minutos.
Sacamos las sardinas limpiándolas lo máximo posible de alguna pequeña espina que haya podido quedar y de escamas y dejamos secar sobre un paño limpio o papel absorbente.
Una vez quitado el exceso de agua, colocamos en una fuente y añadimos el vinagre hasta cubrir, y dejamos 30 minutos aproximadamente hasta que cambien de color, se blanqueen.
Retiramos las sardinas del vinagre y guardamos en un recipiente cubiertas de aceite de oliva.
Mientras tanto pelamos los tomates y picamos en cuadrados no muy grandes hacemos lo mismo con la cebolla y con las aceitunas, aderezamos al gusto.
A la hora de servir ponemos una cama con las verduras, yo he utilizado un aro, retiramos el exceso de aceite de las sardinas, las cortaremos retirando la zona central y todo resto de espinas o escamas que nos pudiera quedar. Salamos y colocamos sobre la cama anterior.
Otra buena opción es colocarlo todo sobre pan tostado, también se pueden comer solas con un poquito de ajo y tendéis un aperitivo perfecto.
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Muchas gracias por estar ahí y hasta pronto.