Este mes toca salado: SCONES DE CHEDDAR, CEBOLLETA Y PIMENTON
Los scones son una especie de panecillos típicos en las meriendas de té inglesas, aunque son originarias de Escocia. Suelen ser dulces, aunque las versiones saladas, como la que propone Lorraine Pascale, también son habituales.
Tenía muchas ganas de hacer scones, la versión clásica, que seguramente haré más adelante.
Así que me hizo mucha ilusión que saliera esta receta pata este mes.
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 5 cebolletas, finamente picadas
- 200 gr. harina leudante
- 100 gr. harina integral
- 50 gr. mantequilla sin sal
- 50 gr. crema de queso baja en grasa
- 1 cdta. levadura en polvo
- 2 cdta. Páprika o pimentón
- 1 pellizco gordo de sal
- 100 ml. leche desnatada
- 1 huevo pequeño, ligeramente batido, o 1 yema de huevo mezclada con un poco de agua fría.
- 25 gr. queso Cheddar
Si no tenéis harina leudante, podéis fabricarla vosotros mismos, como hice yo, mezclando 240 gr. de harina normal, con una cucharadita y media de levadura química en polvo y una cucharadita de sal.
Lo primero que haremos es picar la cebolleta muy finamente, y dorarla en una sartén con un poco de aceite, a fuego medio, unos 4-5 minutos, para que quede floja pero sin que llegue a tomar color.
Mientras, en un robot de cocina, vertemos los dos tipos de harina, la mantequilla, la crema de queso, la levadura, la sal y el pimentón o páprika, y mezclamos hasta que quede como pequeñas migas.
El siguiente paso es añadir la leche, y la cebolleta ya pochada, volviendo a mezclar hasta que quede una masa suave.
Me gustó mucho trabajar con este tipo de masa porque me pareció muy elástica y manejable.
Extendemos la masa sobre una superficie enharinada hasta que tenga 2 cm. de espesor, y cortamos con un cortador circular de 6 cm., sin girar para que queden rectos al subir.
Según la receta salen 8 piecas, pero yo al final dejé la masa más fina, y el cortador era algo más pequeño (5 cm), así que me salieron el doble de scones.
Vamos colocando sobre la bandeja, y pintamos la superficie con huevo batido, con cuidado de que le huevo no caiga por los laterales (podemos retirar el sobrante con papel de cocina).
Espolvoreamos con queso Cheddar, que habremos rallado finamente.
Introducimos en el horno, previamente precalentado a 200ºC (180ºC con aire, Gas 6), y dejamos 10-12 minutos, o hasta que cojan un tono marrón dorado.
Pero no sé por qué motivo, a mi me tardaron mucho más en dorarse. Tanto, que tras probarlos volví a introducirlos en el horno casi 10 minutos más, a 180ºC para que no se quemaran.
Algunos los dejé sin queso...
Están muy buenos templados, así que podéis ir preparando un té, y así disfrutar de una merienda muy "british"...
Para los que no utilicéis robot de cocina, poned los ingredientes en un bol grande y utilizando índice y pulgar, pellizcad los trocitos de mantequilla y crema de queso con la mezcla de harinas, hasta integrarlas y que quede como una mezcla de pequeñas migas. Añadir la leche y las cebolletas y mezclar todo rápidamente con un cuchillo de mesa antes de meter las manos, y entonces, apretar todo hasta obtener una mezcla suave, asegurándonos de que no queden migas sueltas en el fondo del bol.
Como agosto es un mes más complicado, como veréis hemos sido pocos los que hemos participado en el reto, así que ya estáis pasando a verlos:
Victoria, de Hoy Cocina Vivi
Marisa, de Marisa en la Cocina
Susana, de Té con Limón y Canela
¡Besitos!