Hace tiempo que no hacía Scones con lo que nos gustan a todos en casa. Y como siempre, como me gusta innovar y hacer cosas diferentes esta vez no he hecho los Scones que ya os mostrara en otra entrada a pesar de estar deliciosos. Esta vez y aprovechando que me acababa de comprar una caja de harina de maíz de Quaker, se me ocurrió hacer los Scones con esta harina y tal y como esperaba, ya que soy muy aficionada a la harina de maíz, el resultado fue sorprendente y espectacular.
El hacer estos Scones se me ocurrió al ver los dos botes de mermelada cremosa que venían este mes en la caja Degustabox. Pensé que qué mejor uso le podía dar a esta impresionante mermelada que usarla para coronar unos estupendos Scones. Te aseguro que se te saltan las lágrimas de alegría cuando pruebas la combinación. De hecho, anotada queda esta entrada en mi lista de favoritas.
La caja Degustabox no solo traía la mermelada como podéis imaginar, estaba llena de cosas deliciosas todas ellas y es muy gracioso porque como somos 6 en casa, cuando llega la caja nos repartimos su contenido según los gustos y os aseguro que todos los meses quedamos todos encantadísimos y yo la primera. Si tú también quieres recibir tu caja y sentir la misma emoción y alegría que nosotros, introduciendo el código PX1K0, podrás beneficiarte de un descuento en la primera caja que recibas. Y así en lugar de pagar 14,99â?¬, tu caja te saldrá solo por 9,99â?¬. Entra en su página de Facebook o Twitter para informarte de cómo funcionan los envíos y para leer las opiniones de otros usuarios de Degustabox.
INGREDIENTES:
130 gr. de harina de trigo
130 gr. de harina de maíz amarilla (no maizena)
65 gr. de azúcar
2 cucharaditas de levadura química tipo Royal
1 huevo
90 gr. de mantequilla fría
1/4 de cucharadita de sal
1 cucharadita de extracto de vainilla
120 ml. de leche
140 gr. de arándanos secos
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 210º C.
En un bol mezclamos los ingredientes secos, es decir los dos tipos de harina, el azúcar, la sal y la levadura.
Añadimos la mantequilla cortada en dados y con los dedos la mezclamos hasta conseguir una consistencia parecida a la arena mojada.
Añadimos los arándanos y con una cuchara removemos hasta que se integren bien en la mezcla.
En otro bol mezclamos los ingredientes húmedos, es decir, el huevo, el extracto de vainilla y la leche y mezclamos.
Añadimos la mezcla de los ingredientes húmedos a la mezcla de los ingredientes secos y mezclamos con una cuchara hasta obtener una masa uniforme.
Estiramos la masa entre dos papeles de hornear y con ayuda de un rodillo o bien sobre una superficie enharinada y espolvoreando un poco de harina sobre la masa y un poco también en el rodillo para evitar que se nos pegue.
No aplastamos mucho la masa para que no nos salgan aplastados. La altura de la masa tiene que ser de más o menos 1,5 cm. ó 2 cm.
Con ayuda de un corta pastas de 2 cm. de diámetro o con cualquier otro artilugio redondo que tengas (tapón, vaso, etc..) vamos cortando círculos e iremos disponiéndolos sobre una bandeja cubierta con papel de hornear. Dejamos cierta distancia entre unos y otros ya que en el horno crecerán un poco.
Horneamos durante 15 minutos aproximadamente o hasta que observes que han crecido y la parte superior tiene un bonito color dorado.
Sacamos los scones del horno y dejamos que se enfríen sobre una rejilla.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Los Scones son ideales para acompañar una buena taza de té, café o para comértelos solos sin más, aunque te recomiendo que los abras a la mitad y los rellenes con aquello que más te guste. Mantequilla y mermelada, membrillo o lemon curd.