Se va a convertir en algo habitual esto de los smoothies por semana. Lo cierto es que este es el tercero que elaboro ya y todos ellos de distintos colores. Así que esta vez, la gama seleccionada es el amarillo. ¿Queréis saber qué frutas contiene? Pues seguid leyendo y conoceréis también todas sus propiedades.
Estas recetas me parecen, además de sencillas, tan beneficiosas para la salud, que se han convertido en habituales en mi rutina semanal. Tened en cuenta que el smoothie de hoy contiene piña, que es diurética; naranja, que posee un alto contenido en vitamina C, que ayuda a que nuestro organismo esté más fuerte y se vuelva más inmune; y por último, mango, un antioxidante natural que ayuda a las defensas de nuestro cuerpo.
Además, últimamente en mi familia nos estamos conteniendo un poco a la hora de comer, ya que se acerca una boda y todos queremos tener “tipín” y esta clase de bebidas nos ayuda muchísimo a saciarnos y a mantener la línea. Todo ello unido a un ejercicio continuo que lo complemente hace que estemos teniendo muy buenos resultados, sin privarnos de algún que otro capricho culinario de vez en cuando.
INGREDIENTES:
Un mango.
6 rodajas de piña natural.
2 naranjas.
Hielo (este ingredientes es opcional en invierno).
1º. Lavamos bien todas las frutas y verduras. Tened en cuenta que lo que vamos a hacer es licuar todos los ingredientes. Es decir, los vamos a consumir en crudo. Por tanto, la limpieza de los mismos es indispensable. Mientras, exprimimos las naranjas.
2º. En una batidora de vaso mezclamos todos los ingredientes, incluyendo el hielo y el zumo de naranja. Muchos otros smoothies usan otro tipo de base líquida, que no sea el zumo de naranja, como es el agua de coco, la leche, etc. No obstante, en mi opinión, hacerlo con esta fruta hace que sea más sano, quede más rico y de un color más bonito.
3º. Finalmente, vertemos sobre un vaso la mezcla y ya tenemos listo nuestro Smoothie amarillo. Rápido, sencillo y además, llena muchísimo. No es un sustitutivo de una comida, pero sí puede ser el de una merienda o un almuerzo de media mañana.
No obstante, además de ser una opción sana, lo cierto es que luce muy exótico y cuando lo probamos parece que nos desplazamos hasta unas playas de arena fina y aguas cálidas. Con el sol brillante bronceándonos la piel… En definitiva, necesito vacaciones ya, ¡jajajaja!
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