Hay carnes que no necesitan nada más para estar deliciosas. Un buen solomillo de cerdo a la plancha me deja más que satisfecha, pero como también me gusta variar, esta vez me decanté por hacerlo al horno con una costra de parmesano y pistachos que está de rechupete y una sencilla salsa de cebolla.
No tiene complicación ninguna y resulta muy vistoso, ideal para cualquier celebración que se precie acompañado de vuestra guarnición favorita. Al lío!
INGREDIENTES:
1 solomillo de cerdo
aceite
sal
pimienta
30 gr. de parmesano
30 gr. de pistachos
5 hojas de albahaca
20 gr. de panko
1 huevo
patatas en gajos
rúculaSalsa:
1 cebolla
mantequilla
chorro de brandy
1 cucharadita de harina
1 vaso de caldo de verdura
sal
pimienta
PREPARACIÓN:
Cortar el solomillo en dos trozos. Poner un chorro de aceite en una sartén y sellarlo a fuego vivo por todos lados. Salpimentar y reservar.
Precalentar el horno a 180º.
Mezclar el parmesano rallado con los pistachos picados, la albahaca picada y el panko. Pasar el solomillo por el huevo batido y luego por la mezcla anterior, que quede bien cubierto. Hornear unos 15-20 minutos.
Mientras se hornea el solomillo preparamos la salsa. Cortamos la cebolla en plumas y la pochamos en una nuez de mantequilla. Añadimos un chorrito de brandy y una cucharadita de harina, dejamos que coja un poco de color e incorporamos el caldo, removiendo mientras la salsa va espesando. Salpimentamos.
Servimos el solomillo acompañado de patatas en gajos, rúcula y la salsa aparte para servirse al gusto.
Buen provecho!!!