Es inevitable, llega el otoño y todo se tiñe de melancolía. No es que me queje, los que me seguís ya sabéis que me encanta esta estación aunque los días sean más cortos, el tiempo sea más desapacible y ya no pueda disfrutar de las recetas veraniegas que tanto me gustan.
Muchos me tacharéis de rara, pero me gusta la sensación de recogimiento que me produce esta época del año. Los atardeceres son preciosos, con una gama de colores que no se aprecian en verano, por lo menos en Ibiza donde la luz es tan brillante, podemos disfrutar de otro tipo de recetas pues los ingredientes son otros y ¡encender el horno sin riesgo a ser abrasados por el calor!
Aunque sí que hay cosas que añoro del los meses estivales, aparte de tener vacaciones o poder ir a las maravillosas playas de mi isla, y es el gazpacho. Adoro esta sopa fría de tomate, por eso cuando llega el otoño varío el concepto por una sopa de tomate, que es la receta que he preparado hoy. A mí me gusta con albahaca, de hecho, mientras escribo, huelo su aroma pues tengo unas hojas de esta hierba aromática junto a mí y ya estoy salivando.
Pudiendo preparar esta sopa de tomate se me hace más llevadero mi gula por un gazpacho helado y, además, es taaan fácil de preparar que sería imperdonable perdérmela. A mí me encanta bien triturada, algo que consigo cómodamente con mi batidora de varillas de JATA, pero si os gusta con una textura más espesa solo tenéis que triturarla un poco menos.
Receta de sopa de tomate
Ingredientes:
2 diente de ajo
1 cebolla pequeña
Aceite de oliva virgen extra
800 g de tomates pera maduros
sal
Caldo de verduras
Hojas de albahaca para decorar
Rebanadas de pan tostado
Preparación:
Empezamos escaldando los tomates. Ponemos agua a hervir en un cazo lo suficientemente grande para que quepan todos. En el culete de cada tomate hacemos un corte en forma de cruz. Cuando el agua hierva, los metemos hasta esta arranque de nuevo el hervor. Dejamos unos minutos y los escurrimos, los pelamos y los troceamos.Ponemos aceite en una cazuela y echamos los ajos y la cebolla troceados, no es necesario picarlos menudos. Les damos unas vueltas. Agregamos los tomates y un poco de sal. Dejamos que se hagan un poco e incorporamos el caldo que mientras tanto habremos calentado, mejor hacerlo poco a poco así nos será más fácil conseguir el espesor deseado.
Retiramos del fuego, dejamos enfriar ligeramente y trituramos con la batidora de varillas de JATA. Podemos añadir un poco de nata (crema de leche) para enriquecer la sopa, pero no es necesario queda muy cremosa igualmente. Repartimos en boles o platos y servimos.