No dejéis escapar esta receta de tarta de mascarpone, incluso os recomiendo que busquéis la ocasión cuanto antes para probarla. Además, es una tarta muy fácil de hacer, su elaboración lleva muy poco tiempo. Y no necesitáis muchos ingredientes para conseguir un buen postre o merienda.
Ingredientes:
Bizcocho
4 huevos
200 gramos de azúcar
200 ml de aceite
80 gramos de harina con levadura
100 gramos de almendra molida
esencia de vainilla (opcional)
una pizca de sal
mantequilla para engrasar el molde
Relleno
250 gramos de queso mascarpone
250 gramos de yogur griego
90 gramos de azúcar
Preparación:
Precalentad el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Engrasad un molde de unos 24 cm de diámetro con mantequilla.
Poned en un recipiente los huevos y el azúcar, batidlo con las varillas hasta que doblen su volumen. Añadid el aceite y la esencia de vainilla, y volved a batir hasta que los ingredientes se integren.
Mezclad en otro recipiente la harina, la almendra molida, la levadura y la pizca de sal. Finalmente mezclad los ingredientes sólidos con los líquidos, con movimientos circulares y vertedlo en el molde. Poned azúcar por encima para que os quede una costra después de horneado.
Hornead el bizcocho durante 30 minutos o hasta que esté hecho. Podéis hacer la prueba del palillo (introducidlo y si lo sacáis limpio es que ya está hecho). Dejad enfriar antes de sacar el bizcocho del molde.
Cortad el bizcocho por la mitad utilizando un cuchillo de sierra. Preparad el relleno mezclando el queso mascarpone con el azúcar. Batid e incorporad el yogur, mezclando hasta que resulte una crema uniforme. Ponéis el relleno sobre la capa de abajo y cubrís con la otra parte del bizcocho.
El bizcocho no necesita ser refrigerado, pero la crema de mascarpone sí. Entonces, una vez que rellenéis el pastel, guardadlo en la nevera.