Comienzan las recetas con chocolate. Ya casi se puede catalogar de adicción lo mio por el chocolate. Todos los días, sin faltar ni uno tengo que comerme un trozo.
Mejor si es directamente de la pastilla...
Las cajeras del supermercado ya me miran hasta raro cuando cada vez que voy a comprar salgo de allí con unas 3-4 tabletas fijas cada vez que voy a hacer la compra.
Dentro de nada me vais a encontrar viviendo en una casita de chocolate, si no, al tiempo.
Aunque difícil es resistirse a una buena tarta con chocolate, ¿o es que vosotros os podéis resistir a una buena tarta?
Me encanta la tarta que os traigo hoy porque su sabor me recuerda mucho a los bombones estos que solo venden en Navidad...a los Ferrero Rocher. Aunque esta tarta tiene la ventaja (o el inconveniente, dependiendo de cómo lo miréis) de que podéis comerla todo el año.
En esta ocasión no he añadido almíbar al bizcocho porque ya queda bastante jugosito, pero sin problema podéis almibararlo con un almíbar ligero con un chorrito (o un buen chorretón) de licor de avellanas. Os aseguro que queda espectacular.
Otra idea que os doy, si no tenéis avellanas, o no os gustan...podéis sustituirlas por cualquier otro fruto seco y os va a quedar una tarta espectacular.
Ya estoy pensando en repetirla otra vez y poner nueces, o pistachos, o nueces de macadamia, o nueces pecanas, o anacardos...las posibilidades son infinitas.
Tarta de chocolate y avellanas
Para el bizcocho
150 gramos de chocolate
130 ml de leche entera
190 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
200 gramos de azúcar demerara
4 huevos M
200 gramos de harina
2 cucharaditas de levadura química
Un puñado de avellanas machacadas
Para la crema
3 claras de huevo M
200 gramos de azúcar blanco
250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
6 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
Una cucharadita de avellana en pasta
Para la decoración
Avellanas machacadas (opcional)
Ponemos la leche y el chocolate en un cazo a fuego bajo, hasta que el chocolate se derrita por completo. Reservamos y dejamos templar a temperatura ambiente.
Precalentamos el horno a 180ºC. Engrasamos 3 moldes para layer cake de 15 cm, reservamos. Tamizamos la harina junto con la levadura, reservamos.
Batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que se integre por completo. Agregamos los huevos, uno a uno, y no añadimos el siguiente hasta que el anterior esté totalmente integrado. Echamos el chocolate derretido poco a poco, sin dejar de batir. Cuando se integre añadimos la harina tamizada y batimos a velocidad baja, para evitar que el bizcocho nos quede duro. Por último echamos las avellanas machacadas y mezclamos bien.
Repartimos la masa en los 3 moldes y horneamos durante 25 minutos o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio.
Una vez horneados los bizcochos los dejamos templar sobre una rejilla. No los desmoldamos hasta que no estén prácticamente fríos.
Para preparar la crema ponemos el azúcar y las claras en un bol al baño maría. Vamos moviendo las claras para que no nos cuajen, hasta que el azúcar se disuelva por completo. Pasamos la mezcla al bol de la batidora y batimos hasta que tengamos un merengue blanco, muy brillante y que haga picos duros. Antes de echar la mantequilla comprobaremos que el merengue no esté caliente. Agregamos la mantequilla y batimos durante 7-10 minutos. A mitad del batido parecerá que la mezcla se corta pero es normal, seguid batiendo y se solucionará. Cuando tengamos una crema sedosa, agregamos el cacao en polvo tamizado y la avellana en paste y batimos hasta integrar.
Para montar la tarta, colocamos el primer bizcocho en el plato de presentación. Ponemos la crema con la ayuda de una boquilla y una manga pastelera, de dentro hacia fuera, tal como hacemos con los cupcakes. Refrigeramos durante 10 minutos. Colocamos el siguiente bizcocho y repetimos con la crema. Volvemos a refrigerar durante 10 minutos. Para finalizar colocamos el siguiente bizcocho y la crema que nos ha sobrado y echamos las avellanas machacadas encima.
¡¡Y a comer!!
La decoración de los lacitos de la tarta no puede ser más simple...solo tenéis que anudar vuestra cinta preferida a unos palos de brocheta y cortarlo a la medida que más os guste.
Más fácil imposible ¿Verdad?
Espero que os haya gustado la receta de hoy, y este fin de semana la hagáis muchos para sorprender en casa.
Nos vemos muy pronto :)
Un millón de besos, se os quiere ?