Tarta de chocolate y cheesecake
¡Feliz lunes a tod@s! Seguro que os llama la atención la foto que he escogido para la entrada de hoy. Y es que este fin de semana ¡hemos estado de doble celebración! Por un lado hemos celebrado mi cumpleaños, y el mismo día también celebramos mi marido y yo nuestro quinto aniversario de bodas. Así que decidí combinar nuestros dos sabores favoritos con esta fantástica tarta de chocolate y cheesecake, receta de Alma Obregón, sacada de su libro Objetivo: Cheesecake Perfecto.
Como creo que ya sabéis, mi sabor preferido es el chocolate, y si además lo combinamos con café ya es para mi el summun de la felicidad. Y como ya sabréis también, mi marido es el rey de las cheesecakes, le encantan de todas las maneras, así que recordé esta receta de Alma que me parece alucinante y super potente y me decanté por ella. La receta original lleva otro tipo de crema para la cobertura, pero yo preferí hacer mi clásica y siempre perfecta buttercream de chocolate, nunca me falla y está deliciosa. La decoré estilo drip cake con una ganache de chocolate negro y galletitas varias, además también utilicé la buttercream con manga pastelera para hacer alguna decoración tipo mini merenguitos. Aquí os dejo la receta, con alguna que otra modificación:
Ingredientes:
Para la tarta de chocolate (yo usé un solo molde de 15 cm):
110 ml de aceite de girasol
400 gramos de azúcar
3 huevos L
220 gramos de harina
100 gramos de cacao en polvo sin azúcar
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de levadura en polvo química tipo Royal
150 ml de café muy caliente (yo usé intenso)
250 ml de leche
Para la cheesecake (el mismo molde de 15 cm):
400 gramos de queso crema tipo Philadelphia
2 huevos L
100 gramos de azúcar
Para la buttercream de chocolate:
250 gramos de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
250 gramos de azúcar glas
125 gramos de chocolate negro para postres
100 ml de leche
Para el drip cake de chocolate:
100 gramos de chocolate negro para postres
50 ml nata (crema de leche) liquída para montar 35% M.G.
Para la decoración:
Mini cookies
Barquillos de galleta
Perlas blancas de varios tamaños
Buttercream de chocolate
Mini tabletas de chocolate hechas con chocolate blanco y negro (se necesita molde de silicona, yo utilizo éste)
Preparación:
Lo primero que haremos será preparar el molde que hayamos elegido. El mío no es desmoldable, es un molde normal de acero inoxidable de 15 cm. Lo forramos con papel de horno, fondo y laterales, para empezar preparando el bizcocho de chocolate.
Batimos el aceite con el azúcar, y vamos añadiendo uno a uno los huevos. No añadimos el siguiente hasta que el anterior no esté bien mezclado.
Ahora añadimos la mitad de la harina tamizada junto con la levadura y el bicarbonato. Mezclamos lo justo hasta que no veamos harina. Ahora vertemos la mitad de la leche y seguimos removiendo. Terminamos de agregar la harina tamizada y por último la otra mitad de leche.
Por último y con mucho cuidado de no quemarnos vertemos el café muy caliente. El café lo que hará será intensificar el sabor del chocolate, no es perceptible el sabor, pero si la intensidad del cacao.
Vertemos la masa en nuestro molde y horneamos 60-70 minutos a 170º. Una vez listo dejamos templar sobre una rejilla 10 minutos y damos la vuelta al molde para que caiga el bizcocho. Dejamos enfriar del todo.
Para preparar la cheesecake, simplemente mezclamos el queso crema, el azúcar y los huevos con unas varillas hasta que quede bien homogéneo, y vertemos sobre el mismo molde que hemos usado para el bizcocho (también forrado con papel de horno) y horneamos a 165º durante unos 50-60 minutos. Aunque parezca que queda un pelín crudo en el centro no os preocupéis, termina de cocerse una vez fuera con el calor residual.
Dejamos enfriar del todo y desmoldamos.
Para preparar la buttercream de chocolate, lo que haremos será batir con varillas eléctricas o robot amasador, la mantequilla ablandada junto con el azúcar glas tamizado (yo lo tamizo directamente sobre el bol de la batidora, encima de la mantequilla). Después añadiremos poco a poco y sin dejar de batir, el chocolate negro que previamente habremos derretido (y dejado enfriar a temperatura ambiente, para que no nos derrita la mantequilla) al baño María o en el microondas (en intervalos de 30 segundos). Una vez integrado añadimos la leche también muy poco a poco y terminamos de integrar todo a mano con una espátula.
Finalmente, para el drip cake de chocolate, derretimos el chocolate en el microondas, de 30 en 30 segundos, y le añadimos la nata (crema de leche) bien caliente. Removemos perfectamente hasta que se vea uniforme y muy brillante.
Montaje de la tarta:
Lo primero que haremos será abrir en dos capas nuestro bizcocho, ayudándonos de una lira o un cuchillo de sierra, procurando que nos queden los dos pisos del mismo grosor.
Colocamos un piso de bizcocho sobre un disco para tartas (si no tenéis podéis colocarlo sobre el plato o stand en el cual presentaréis la tarta), ponemos justo encima la cheesecake, tal cual como está, y encima de ésta el otro piso de bizcocho.
Ahora, con mucho cuidado y con ayuda de una espátula y una rasqueta tipo de panadería (para alisar los bordes), colocamos una fina capa de buttercream sobre la tarta, para que haga de capa «cubremigas», por los laterales y la parte superior, y la llevamos a enfriar a la nevera unos 20-30 minutos.
Sacamos la tarta de la nevera y ponemos otra capa de buttercream, esta vez más gruesa, por todo el contorno y parte superior, y con ayuda de una espátula (suficientemente larga para que cubra toda la altura de la tarta) o una rasqueta de panadería, vamos alisando los laterales de nuestra tarta y la parte superior. Yo utilizo una base giratoria para que este paso me resulte mucho más fácil, pero si no tenéis podéis hacerlo sin problema, lo único que tardaréis un poquito más y deberéis ser muy pacientes.
Vamos ahora con el efecto drip cake, vertemos nuestra ganaché de chocolate en un biberón de repostería (imaginaos los recipientes de ketchup) o bien en una manga pastelera con boquilla muy fina. Vamos a ir presionando o bien el biberón o bien la manga pastelera, en cada punto donde queráis que caiga un «chorretón» de chocolate, y cuando lo tengáis, seguís haciendo «chorretones» hasta terminar todo el contorno de vuestra tarta. Una vez lista vertéis la ganaché restante por encima, cubriendo toda la parte superior, con mucho cuidado y con ayuda de una espátula, para evitar nuevos chorretones que estropeen nuestra tarta.
Por último decoramos a nuestro estilo. Yo he utilizado mini cookies, barquillos de galleta, perlitas de azúcar, mini tabletas de chocolate blanco y negro, e incluso la buttercream que me sobró la puse en una manga pastelera y la aproveché para hacer algunas decoraciones. Esto ya es muy personal y depende de vuestros gustos.
Y sin más me despido de vosotr@s, espero que no os asusten este tipo de tartas, ya que están muy de moda y bajo mi punto de vista quedan divinas, la difícil es la primera, luego el resto van saliendo solas. Así que os animo a dar el paso y a que no os desesperéis si no os sale a la primera, pues estas tartas dan muchas satisfacciones, tanto por el sentido de la vista ¡como por supuesto el del gusto! Un besazo a tod@s ¡hasta la semana que viene!