Después de una receta de salado, ahora tocaba una de dulce. Y que mejor manera que aprovechar que mañana es el cumple de mi padre para hacer un pastel. En un principio iba a haber hecho algo con fresas, pero al final me he decidido por esta tarta, ya que me encantan las almendras. Esta tarta consiste en un bzcocho de almendra cubierto de merengue. Además no solo es característica de en Elche (yo no sabía que se llamaba así hasta que empecé a buscar por Google) En la zona de la Safor al menos antes, era el típico pastel de boda. Así que he pensado que como pastel de cumpleaños para mi padre era perfecto. Con las cantidades que pongo he ido un poco justa de merengue, por eso la decoración es tan chunga, pero como siempre, lo importante es el sabor. Y en eso esta tarta no falla.
Y por cierto, el bizcocho es de almendra molida, sin harina, por lo que es perfecto para celiacos y alérgicos al gluten (Nere, a ver cuanto tardas el probarlo)
Ingredientes
Tarta de almendra para un molde de 25 cm (o uno de 20 si queremos que el bizcocho sea gordito)
250 de almendra molida
250g de azúcar
6 huevos
Almíbar
50 ml de agua
50g de azúcar
Ralladura de medio limón
Merengue
150g de clara de huevo
250g de azúcar
Normalmente para el merengue se suele utilizar el doble de azúcar que de clara, pero para tartas un poco dulces a mí me gusta bajar un poco la proporción de azúcar del merengue para que no quede demasiado empalagoso
Pasos:
Precalentar el horno a 180º
Separamos las claras de las yemas. Batir las claras en un bol completamente limpio (podemos pasarle un papel con limón o vinagre para que no quede nada de grasa). Cuando estén a medio montar, incorporar la mitad del azúcar y seguir batiendo hasta que estén montadas.
En otro cuenco batir las yemas y el azúcar hasta que clareen un poco. Este paso yo lo hice a mano mientras la amasadora batía las claras, pero eso es según las ganas de hacer brazo de cada uno. A continuación añadir la almendra molida a las yemas y mezclar hasta que todo esté bien integrado. Quedará una especie de pasta.
Añadir las claras a esta mezcla en dos veces. Mezclar con movimientos envolventes intentado que las claras no bajen demasiado. Puede costar un poquito porque la consistencia de la yemas con la harina es un poco pastosa, pero al final os acabará quedando una crema.
Forramos la base de nuestro molde con papel de hornear y los laterales los untamos con aceite o mantequilla. Repartimos la mezcla de manera uniforme por todo el molde
Horneamos entre 30-40 minutos, hasta que el bizcocho esté hecho. Se puede utilizar el truco del palito, si sale limpio es que ya está listo.
Dejar enfriar 10 minutos y desmoldar los laterales. Dejar enfriar del todo para quitarla base, ya que es un bizcocho muy blande y es fácil que se rompa en caliente
Mientras la tarta se hornea, poner en un cazo a hervir el agua con el azúcar y el limón. Dejar hirviendo a fuego bajo hasta que el azúcar se haya disuelto completamente y el almimbar esté un poquito espeso.
Agujerear la parte superior de la tarta con un palillo y calar con el almíbar d limón
Para la cobertura yo he hecho un merengue suizo, ya que me encanta la consistencia que tiene. Para esto ponemos en un cazo al baño maría las claras y el azúcar y removemos hasta que el azúcar se disuelva por completo. La mejor manera de ver si está en su punto es tocar las claras con los dedos. El grano del azúcar no se debe notar. Hay que tener cuidado de que las claras no cojan demasiada temperatura y en vez de merengue tengamos tortilla.
Cubrir la tarta con el merengue. Si tenéis el día artístico y haces un poquito más de merengue que el de la receta, podéis decorarla. En mi caso como iba justa con el merengue, me limité a hacer unas conchas con una boquilla 1M de wilton (o cualquier boquilla rizada abierta que tengáis por casa)