Para elaborar esta receta simplemente necesitamos algunas alcachofas cocidas al natural (yo las he utilizado de compra, cocidas envasadas al vacío, sin vinagre ni nada), unos tomates secos, que le aportan un sabor salado muy interesante y un queso que me vuelve loca desde que lo descubrí hace unos años, el gorgonzola; aporta una cremosidad y una sabor característico que me encanta.
Ingredientes para 2/4 raciones
1 lámina de hojaldre (rectangular)
8 o 10 corazones de alcachofas
4 o 5 tomates secos
50gr. queso gorgonzola
2 o 3 cucharadas de salsa bechamel (opcional)
10gr. piñones
pimienta, sal y ajo en polvo
Cortamos los corazones de alcachofa ya cocidos en cuartos.
En una sartén con sal, ajo en polvo y pimienta salteamos las alcachofas.
Estiramos la masa (yo la he partido por la mitad y he hecho 2 raciones, podemos hacer 4 si queremos)
Sobre la masa esparcimos un poco de bechamel (yo he puesto un poco de salsa de trufa). Podemos no poner nada, pero de esta manera queda más jugosa. El borde de la masa lo dejamos libre y lo doblamos.
Añadimos por la tarta los trozos de alcachofa, el tomate seco cortado a trocitos y los piñones.
Desmigamos el queso gorgonzola y lo añadimos esparcido por la tarta.
Finalmente horneamos a 180ºC durante unos 15 o 20 minutos, hasta que esté la masa doradita y cocida.