La receta de hoy viene escrita de la mano de la maravillosa Patricia, del blog que seguro muchos de vosotros ya conocéis, La Receta by Patricia Valdivieso. Y eso porque? Pues bien, resulta que tras mi indiscreta invitación, ha decidido formar parte de mi querída família dulce como Invitada del Mes de Mayo en mi blog. Gracias, gracias, gracias y más gracias infinitas, preciosa!
Sobre la receta que nos ha preparado a todos en esta ocasión, os aseguro que sólo puedo describirla y acompañarla de apelativos cariñosos y de mucho, muchísimo, agradecimiento. Como es habitual en su trabajo, Patricia ha preparado una receta llena de sabor, textura y color, con una presentación delicada, elegante y absolutamente perfecta. No me cabía la menor duda y seguro que a todos los que ya conocéis su blog y su facebook tampoco! Semana tras semana nos deleita con interesantes y sorprendentes propuestas, siempre tras esa facilidad y honestidad que la caracteriza (que os aseguro que no es nada fácil ni lo que hace ni ser blogger, pero es que ella, tal y como lo presenta y como lo explica, parece que sea lo más fácil de la faz de la tierra). De nuevo, y aunque ya te lo he dicho muchas veces, te digo GRACIAS. Ahora sí, ésta es también tu casa!
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Hace unas semanas Ainhoa del blog Cookcakes de Ainhoa me propuso ser La Invitada del Mes en su blog, por lo que debía preparar una receta dulce muy rica para estar a la altura de los postres deliciosos que ella prepara! Y creo que esta tarta reúne todos los requisitos para ser La Invitada del Mes, pues se trata de una tarta que en casa aprovechamos a prepararla en alguna que otra ocasión, pues tanto para mí como para mi marido es muy especial, y te voy a contar porqué: es la tarta que comimos en nuestra boda, hace ya 12 años. Tuvimos una boda sencilla y preciosa en un hotel de la sierra norte de Madrid propiedad de una amiga, donde nos casó su primo que era Concejal; la tarta nos la preparó su prima que tiene una pequeña pastelería-panadería en un pequeño pueblo de al lado ( en cuanto la probamos quedamos prendados de su sabor, aroma y textura, no quisimos probar nada mas!), a la boda acudieron las personas más importantes de nuestra vida y todo transcurrió al aire libre y como puedes imaginarte, en un marco incomparable rodeados de la naturaleza tan bonita que tiene la sierra norte de Madrid. ¡Por eso esta tarta es tan especial para nosotros!
Tiene una base de masa brisa fresca, una capa de mermelada de naranja amarga y sobre esta, una capa deliciosa de ganache de chocolate. Como puedes comprobar, sencilla pero realmente deliciosa. La única diferencia que existe entre esta y la de la boda, es que para esta ocasión en vez de rodajas de naranja confitadas, he utilizado pétalos secos de flores comestibles (de malva, flores de maíz, clavel de moro, flores de heno, flores de cártamo, hojas de fresa, pétalos de rosa, y azul alholva) para decorarla y aportarle un toque de sabor y aroma extra, que la vuelven más deliciosa si cabe.
TARTA DE NARANJA AMARGA Y CHOCOLATE CON FLORES SECAS
Ingredientes
(Para 8-10 personas)
He utilizado un molde con ondas alrededor de los que la parte inferior queda suelta
Para la masa quebrada
250 gr Harina
125 gr Mantequilla fría cortada en dados
2 Yemas de huevos camperos
1/2 Cucharadita de Extracto de Vainilla (En esta ocasión he utilizado la de Nielsen Massey y que maravilla!)
Una pizca de sal
Para el relleno
1 Bote de Mermelada de Naranja Amarga (La Vieja Fábrica)
220 gr Chocolate para postres
60 ml Nata (crema de leche)
Flores secas comestibles
Elaboración
En un bol, mezcla todos los ingredientes de la masa quebrada. Veras que su aspecto es como una especie de pan rallado, pues sigue mezclando hasta que se forme una masa. Si ves que le cuesta un poco, puedes ayudarla añadiendo una o dos cucharadas de agua tibia.
Saca la masa del bol y con las manos forma una bola. Cúbrela con film y déjala enfriar en la nevera unos 30 minutos, para que luego te resulte más fácil manipularla.
Espolvorea la mesa con harina y coloca la masa sobre esta. Con un rodillo y poco a poco, pues verás que es una masa que se rompe con facilidad sobre todo por los bordes, ves estirándola.
Si se te rompe por los bordes, no te preocupes, únela de nuevo y sigue estirándola. A pesar de ser tan fácil de romper, es una masa muy agradecida, pues podemos pegarla e incluso añadir algún trozo y no se notará. Cuando la tengas lista con la ayuda del rodillo, levántala y colócala sobre el molde que vayas a utilizar. Corta los restos de los bordes ayudándote de un cuchillo.
Pincha con un tenedor toda la base de la masa, para evitar que se nos levante durante el horneado. Coge un trozo de papel vegetal y arrúgalo entre tus manos para que te sea más fácil colocarlo sobre la tarta para cubrirla y seguidamente cubre el papel con garbanzos para que creen peso sobre la masa y evitar que se levante.
Hornea la masa durante unos 20-25 minutos. En el momento en que comience a dorarse, sácala del horno, retira los garbanzos (acuérdate de dejarlos enfriar y guardarlos para otra ocasión), retira el papel vegetal y deja que se enfríe por completo.
Mientras se hornea puedes ir preparando la ganache de chocolate. Y para ello en una cazuela pon a calentar la nata (crema de leche). En el momento en que esté a punto de romper a hervir, retírala del fuego y añade al bol donde previamente habrás echado el chocolate cortado en trocitos.
Remueve la mezcla ayudándote de unas varillas hasta que se haya derretido por completo el chocolate y deja que la mezcla se temple.
Después con la mermelada de naranja amarga cubre la masa creando una capa y sobre esta echa con cuidado el ganache de chocolate templado. Ahora sólo te queda meterla en la nevera al menos 3 horas para que endurezca la ganache.
Cuando vayas a servirla no te olvides de decorarla con las flores secas, y ya puedes disfrutar de un delicioso bocado de esta tarta.
¡¿A qué esperas a prepararla?!
Patricia Valdivieso.